TRYSIL
La estación de esquí más grande de Noruega
Las vistas desde el telesillas te dejarán sin aliento. Pronto te tocará a ti…
Preparados, listos, ¡ya!
En Trysil, tu única preocupación será elegir cuál de las 70 pistas será la siguiente.
Es muy sencillo llegar a la mayor estación de esquí de Noruega, ya que está a tan solo dos horas y media de Oslo.
También se encuentra próxima a la frontera sueca y a 45 minutos del aeropuerto de las montañas escandinavas, que se inauguró en 2019.
Es fácil reconocer a los instructores de SkiStar Guides por su uniforme rojo. Si quieres apuntarte a clases en grupo o buscas el consejo de profesionales, no dudes en dirigirte a ellos.
Deja que te lleven al parque de nieve, a las zonas más increíbles fuera de pista y a pistas populares como las del bosque Vihammerskogen.
Si es tu primera vez esquiando, también pueden enseñarte cómo se hace…
… o instruir a los más peques en la escuela de esquí.
A Valle, el muñeco de nieve, también le gusta pasearse por aquí y a veces organiza espectáculos y búsquedas del tesoro.
La mayoría de las cabañas y los hoteles se ubican justo al lado de las pistas, lo que significa que no hay que caminar mucho: se entra y sale esquiando.
Diviértete en la nieve durante todo el día, incluso después de que se ponga el sol, ya que algunas pistas disponen de focos para hacer esquí nocturno.
Pero la diversión no acaba ahí: después te espera el après-ski en un bar o restaurante local.
No pienses que este paraíso invernal solo ofrece pistas anchas y après-ski.
En la montaña de Trysilfjellet y sus alrededores encontrarás más de 100 kilómetros de pistas de esquí de fondo recién acondicionadas.
Deslízate por el bosque o hacia las montañas y descubre la belleza de Trysil desde otra perspectiva.
Los puntos de partida más populares son la cabaña de Skihytta y Fageråsen.
La nieve abre el apetito y, por suerte, desde las pistas se puede llegar a más de 30 restaurantes que sirven de todo, desde pizzas y fondue hasta cocina local y asiática.
Los manjares de la región de Trysil van desde el alce y el pultost (queso de leche agria) hasta el rakfisk, un plato de pescado a base de trucha fermentada.
Para cambiar de aires y entrar en calor, date un chapuzón en la piscina del parque acuático del Radisson Blu Resort Trysil.
Trysil ha conseguir la certificación Destino sostenible. Aunque esto no significa que el destino sea completamente sostenible, implica que se ha comprometido a reducir los efectos negativos del turismo y acrecentar al mismo tiempo sus efectos positivos.
¡Prepárate para tu próxima aventura invernal!