Barranquismo

¡Lánzate!

¿Te atreves?

¡Allá vamos!

Una vez que tomas asiento en el tobogán acuático de un spa natural, solo hay una opción: lanzarse a la marmita gigante.

Dale una oportunidad al barranquismo.

Un guía local te descubrirá profundas y espectaculares gargantas donde podrás nadar, practicar la escalada o el rápel y, si te atreves, saltar desde los acantilados para zambullirte en las aguas cristalinas.

¿A que suena divertido?

Equipado con un traje de neopreno, casco, botas, chaleco salvavidas y equipo de escalada, te adentrarás en un mundo mágico.

Es imposible acercarse más a los elementos y tener al mismo tiempo la oportunidad de someterse a una dura prueba.

¡El chute de adrenalina está garantizado!

La erosión ha ido creando a lo largo de miles de años hermosas gargantas que esperan ser exploradas.

En Valldal, puedes practicar el barranquismo en la espectacular garganta bajo Gudbrandsjuvet; en Trysil, admira las cinco cataratas de Røafallene; en Uvdal se encuentra el tesoro oculto de Ølmosjuvet; y en Oppdalentura, llega a los tramos más emocionantes de Festajuvet.

Estas son solo algunas de las posibilidades; siempre hay un barranco a mano en Noruega.

En ciertas zonas, la temporada de barranquismo se extiende desde mayo hasta octubre.

Las excursiones suelen tener una duración de entre tres y seis horas; escoge la visita que más te convenga. Además, la mayoría de las veces no tendrás que saltar si no quieres.

Los límites de edad varían en función del grado de dificultad.

¡La seguridad es siempre lo primero!

Los operadores turísticos te facilitarán el traje de neopreno y todo el equipamiento de seguridad necesario. Eso sí, acuérdate de llevar una toalla y ropa seca para cambiarte después.

¡Es imposible salir de una garganta sin mojarse!

Por último, aunque igual de importante, recuerda que para sentir ese cosquilleo en el estómago hay que adentrarse en terreno desconocido.

La recompensa será una experiencia épica en la naturaleza y la gozosa sensación de dominar el entorno.