El Myklebust
El barco vikingo más grande de Noruega
No es de extrañar que la gente temblara de miedo cuando enormes barcos cargados de vikingos feroces aparecían de repente en sus aguas.
Eran como bestias alienígenas: aterradoras y colosales, pero increíblemente gráciles.
¿Vienen a desatar la guerra? ¿A comerciar? ¿O solo a alardear de su poder?
Descubre los secretos del barco quemado.
Visita el centro vikingo Sagastad en Nordfjordeid para descubrir la historia de uno de los barcos vikingos más grandes de Noruega, el Myklebust. Explora esta aldea donde sus locales aún sienten una ferviente pasión por los vikingos, lo que demuestra que el espíritu de esta tribu aún sigue muy vivo a día de hoy.
Escondida en la pintoresca costa del fiordo de Nordfjordeid, en el Oeste de Noruega, se encuentra una de las experiencias vikingas más extraordinarias del país: el centro vikingo Sagastad, que alberga una reproducción del poderoso barco Myklebust. Este lugar de experiencias ofrece una inmersión profunda en la historia vikinga, donde los mitos y la arqueología se unen, y donde podrás encontrarte cara a cara con la copia de uno de los barcos vikingos más grandes jamás desenterrados en el mundo.
Un barco digno de un rey
El Myklebust no es un navío cualquiera: debido a su longitud de 30 metros, se cree que perteneció a un poderoso rey vikingo, posiblemente el rey Audbjørn de los fiordos que, según las sagas nórdicas, cayó en batalla hacia el año 870 d.C.
A diferencia de los famosos barcos Oseberg y Gokstad en el Este de Noruega, que se enterraron intactos, el Myklebust se quemó en una pira funeraria espectacular junto con los restos del rey, sus tesoros, armas y posiblemente incluso ofrendas de sacrificio.
El túmulo funerario
El arqueólogo Anders Lorande, nativo de Bergen, encontró los restos del barco en 1874 en el túmulo de Rundehågjen, justo en el centro de Nordfjordeid, fácilmente accesible y visible detrás de la principal calle comercial. Recibió el nombre Myklebust por la granja donde se encontró.
«Podemos estimar la eslora del barco basándonos en los hallazgos de las tumbas. Se encontraron unos 7000 remaches y 44 umbos, lo que indica que el barco probablemente tenía al menos 22 escudos a cada lado», explica Aurora Leivdal, directora de operaciones de Sagastad.
Este número se considera el mínimo, ya que solo se ha excavado la mitad de la tumba.
En 2024 se realizaron nuevos análisis mediante excavación y radar de penetración terrestre, que revelaron aún más objetos, entre ellos un anillo de bronce y varios posibles umbos, lo que confirmó aún más la teoría de que probablemente sea el mayor barco vikingo de Noruega.
Los relatos sobre las ofrendas
Los túmulos funerarios son símbolos de la riqueza, el poder, la fe y la sociedad de la época. Nos muestran lo que la gente de la época vikinga estimaba importante respecto a la vida después de la muerte.
«En La Saga de los Ynglingos, uno de los libros de Snorri Sturluson sobre los reyes nórdicos, se describe cómo Odín estableció la incineración como camino al Valhalla. Según la ley que dictó, se debía quemar a todos los fallecidos junto con sus pertenencias. Dijo que todo hombre debía llegar al Valhalla con la riqueza que hubiera llevado consigo en el fuego», explica Leivdal.
En la época vikinga había diferentes costumbres funerarias, pero las tumbas de barcos con túmulos estaban reservadas para los más adinerados y poderosos.
Así lo demuestran también los ajuares funerarios. El rey muerto recibía un barco digno de un último viaje al Valhalla: armas, joyas, piezas de caza, restos de ganado y muchos otros objetos.
Sin embargo, quizá el objeto más bello de todos era un recipiente celta de bronce que contenía los restos óseos quemados, testimonio del contacto de los vikingos con culturas lejanas.
Cada primavera, el barco emprende su travesía anual por los fiordos, todo un acontecimiento local. Las entradas para este viaje exclusivo por el fiordo están muy solicitadas.
Sube a bordo de la historia
En Sagastad no solo es posible mirar, también explorar. La sala de exposiciones es un espacio precioso, casi sagrado, en el que el techo ondulado y similar a un espejo recuerda a las olas del mar y refleja la luz cambiante a lo largo del día.
Aquí podrás subir a bordo del barco Myklebust a escala real y contemplar de cerca la artesanía y la ingeniería vikingas. El museo combina exposiciones interactivas con narraciones digitales y experiencias inmersivas que dan vida a la historia vikinga para todas las edades.
Como barco real, el Myklebust era un símbolo de poder y probablemente estaba decorado con muchas tallas. Rolf Taraldset, maestro tallista de Hornindal, talló la proa y la popa del barco reconstruido.
«El barco es una reproducción, no sabemos exactamente cómo era. La cabeza del dragón, por ejemplo, la hizo un tallista de madera local y el patrón está inspirado en otros hallazgos vikingos», explica Leivdal.
En la exposición, los visitantes pueden ver objetos de la excavación original, conocer los rituales funerarios nórdicos y explorar la fascinante mezcla de leyenda y realidad que rodea al rey Audbjørn y su último viaje.
La fuerza vikinga
La copia no se construyó de la noche a la mañana y fue gracias a entusiastas locales que se inició la reconstrucción de Sagastad. Y tras décadas de trabajo, su sueño se hizo realidad.
«Éramos un pequeño grupo de aficionados a la historia local que queríamos hacer algo con el increíble legado vikingo de Nordfjordeid. Llevamos trabajando en ello desde 1992. Ver este increíble centro finalmente terminado en 2019 es un sueño hecho realidad», comenta Kragseth, al que los locales suelen llamar «el jefe vikingo».
A menudo suele estar en el muelle vestido de vikingo contando a los visitantes, de forma voluntaria, la historia del barco y de Sagastad.
La fiebre vikinga local
Ahora parece que todo el pueblo se ha contagiado de la fiebre vikinga, ya que la mitad de la población parece participar activamente en el legado vikingo. Es un gran ejemplo de cómo el dugnad, el singular espíritu noruego del trabajo voluntario, sigue muy vivo hoy en día.
Más de 200 vecinos se han ofrecido como voluntarios en distintos grupos, entre ellos el equipo de remo, el de botadura, el de recreación de guerreros, el de eventos y el gremio de costura Åsynjene (llamado así por las diosas nórdicas, las Æsir/Æsene).
«Por ahora hemos cosido más de 140 trajes vikingos. Utilizamos muchos materiales habituales en la época vikinga: el lino, la lana, el cuero y algo de algodón, que se ha encontrado en algunas tumbas, aunque también nos gusta dejarnos llevar por nuestra imaginación. No todo lo que hacemos es totalmente preciso desde el punto de vista histórico, pero hay muchas cosas que aún no sabemos sobre aquella época», exponen Gitte Lefdal y Ruth Sunde, dos de los diez o doce miembros del grupo que se han enamorado de la moda vikinga.
«Crecí aquí con el legado vikingo bajo nuestros pies, pero ahora siento que está vivo. Nuestra historia se ha convertido en algo de lo que todo el pueblo se siente orgulloso», comenta Håkon Aabrekk, que tiene un aspecto vikingo muy natural y es miembro del equipo de botadura.
«Cuando buscamos a 100 personas para formar parte del equipo de remo, nos preocupaba no tener suficientes, pero la lista se llenó en pocos días», nos cuenta.
Y en el universidad popular local, muchos alumnos pasan un año entero en un curso de temática vikinga, aprendiendo cómo se vivía en la época vikinga.
Los constructores de barcos de Bjørkedalen
La reconstrucción del Myklebust la llevaron a cabo constructores de barcos hábiles y experimentados de la vecina Bjørkedalen en colaboración con la Universidad de Bergen. Se usaron técnicas tradicionales de construcción naval vikinga, basadas en el aspecto que se cree que tenía el barco originalmente.
«Éramos seis hombres y trabajamos durante más de tres años para terminar el barco», exponen los hermanos Dag Inge y Jakob Bjørkedal, de Bjørkedal Båtbyggeri, expertos en barcos de casco trincado, una tradición que ahora figura en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Como su nombre indica, se trata de una empresa familiar de larga tradición con varias reproducciones de barcos vikingos a sus espaldas.
«Incluso navegué con uno de ellos en un huracán frente a las islas Feroe», recuerda Jakob.
Capacidades únicas
Los barcos vikingos tenían, y siguen teniendo, un estado idóneo para navegar y gozaban de muchas cualidades impresionantes.
«Por ejemplo, la quilla o fondo era plano, por lo que podían llegar a las playas con la marea alta. Descansaban en la arena durante la marea baja y volvían a navegar cuando volvía a subir. Esta estructura también permitía arrastrarlos por tierra para evitar tramos peligrosos, como los alrededores de Stadt. También podían navegar a vela o a remo en ríos poco profundos», explican los hermanos.
Esto permitió a los vikingos llegar a lugares lejanos, como las islas británicas, Islandia, Vinland (probablemente Terranova en Canadá), el Mediterráneo, Rusia y Estambul.
Eran más que simples saqueadores: muchos eran comerciantes, colonos y exploradores.
«El tamaño de los barcos vikingos variaba mucho. Algunos se construían para el comercio y la carga, mientras que otros eran buques de guerra rápidos y aptos para navegar, hechos para ataques sorpresa», afirma Dag Inge.
Sin embargo, el Myklebust era probablemente demasiado grande para viajes largos y puede que su función fuese más bien la de exhibir el poder del rey local.
Y al adentrarse en Sagastad y comprobar la magnitud del barco, uno todavía siente esa sensación de asombro.
El barco se terminó y botó en el fiordo en la primavera de 2019. Tiene excelentes propiedades de maniobra y se asienta con elegancia en el agua.
Conoce el caballo Fjord, el caballo nacional de Noruega, que también procede de la zona de Nordfjordeid. Aquí se encuentra el centro nacional de recursos para esta raza, que organiza actividades durante todo el año.
No te quedes solo en el museo
La experiencia no acaba en el barco. Sagastad se encuentra en la encantadora ciudad de Nordfjordeid, rodeada de fiordos y montañas, y repleta de patrimonio cultural. Después de la visita, pasea por el paseo marítimo, recorre los senderos cercanos o explora las cafeterías y tiendas locales que ofrecen una muestra de la hospitalidad noruega con un toque vikingo.
Y no te olvides de visitar la ópera local, construida y gestionada en gran parte gracias al espíritu dugnad de los habitantes.
¿Sabías que Sagastad tiene la cuenta de redes sociales con temática vikinga más popular de Noruega?
¡Sigue a @sagastad_official en Instagram para más inspiración vikinga!
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