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Oslo Pride: un verdadero Orgullo de fiesta

Tres jóvenes europeos, Kadir, Anna, y Klára, volaron a la capital noruega para participar en el Oslo Pride, la mayor celebración de amor, libertad y diversidad de todo el país.

La mayoría de noruegos tiene una actitud progresista hacia el colectivo LGTB+. El país fue uno de los primeros en aprobar leyes contra la discriminación de gays y lesbianas. De hecho, Noruega ocupa la tercera posición entre 49 países de toda Europa en el ránking ILGA-Europe 2018.

El Orgullo de Oslo (Oslo Pride) es el mayor evento LGTB+ de Noruega. El festival se celebra cada año en junio y julio, y su objetivo es contribuir a que todo el mundo sea aceptado tal y como es. Durante diez días, los derechos humanos y cuestiones sobre el colectivo LGTB+ cobran todo el protagonismo a través del arte, la cultura, la política... y la fiesta.

Oslo Pride

Oslo: amor a primera vista

La celebración de este año no fue una excepción. Desde el 22 de junio hasta el 1 de julio, miles de personas procedentes de lugares cercanos y remotos se reunieron en Oslo para celebrar el progreso y desterrar todas las clases de discriminación. Más de 40.000 personas asistieron al desfile del Orgullo en Oslo el 1 de julio. Entre ellas se encontraban Anna Grúňová, de 31 años, Klára Slivoňová, de 32, y Kadir Telli, de 23, que fueron invitados a participar en este colorido evento por VisitOslo y Visit Norway.

“Tuvimos la sensación de que Oslo es un lugar en el que la gente te acepta por quien eres”

Klára, Kadir, and Anna exploring the Palace Park in Oslo

Anna y Klara visitaban Oslo por primera vez, y así describen su estancia: 

“Si tuviésemos que describir el Oslo Pride en una sola palabra, ésta sería emotivo. Todas las personas que conocimos fueron muy amables y acogedoras. La cantidad de gente que participó en la celebración, incluidas miles de personas que no son gays, fue simplemente abrumadora. ¡Hasta bomberos, agentes de policía y militares se unieron al desfile! Esto nos impresionó de verdad. La música era perfecta. Y el ambiente, también. Todas las calles estaban decoradas con banderas arcoíris. Era como si toda la ciudad se hubiese preparado para el desfile”, cuenta Anna sonriendo.

Además del Orgullo, ¿qué más hicisteis en Oslo?
“Recorrimos varias partes de la ciudad, a pie, en bici, y en barco. Visitamos la Ópera de Oslo, que es una obra arquitectónica espectacular. Profundizamos en la historia vikinga en el Museo de barcos vikingos situado en la península de Bygdøy, y analizamos las fascinantes esculturas del Parque Vigeland, en Frogner. Otro de los mejores momentos fue el paseo por Damstredet, una pintoresca calle de adoquines en el centro de Oslo con varias casas de madera preciosas”, añade Anna.

¿Qué distingue a Oslo de otras capitales en las que habéis estado?
“Oslo se ve pequeña en el mapa, pero da la impresión de ser grande. Enseguida nos dimos cuenta de que la ciudad está llena de cosas que ver y hacer. Y nos enamoró su combinación de estilo de vida urbano y naturaleza, algo de lo que dejan constancia varios miradores. Desde algunos puntos se pueden ver la ciudad y el fiordo hacia un lado, y densos bosques hacia el otro. En general, Oslo es una ciudad bastante verde, con varios parques preciosos que los lugareños parecen cuidar mucho. El hecho de que durante el verano el sol apenas se pone –sólo durante tres o cuatro horas– te da un montón de tiempo (¡y energía!) para sacar el máximo partido a la ciudad”, dice Anna con entusiasmo.

¿Qué hace de Oslo un destino acogedor para el colectivo LGTB+?
“Tuvimos la sensación de que Oslo es una ciudad muy acogedora, un lugar en el que la gente te acepta por quien eres. Por ejemplo: nadie nos miraba cuando caminábamos de la mano. Al contrario, algunos se pararon y nos dijeron: ‘Ésta es vuestra celebración, pero nosotros también participaremos en ella’”, explica Klára.

Anna and Klára at Oslo Pride

¿Qué sabores recordaréis de Oslo?
“Por supuesto, el queso marrón (brunost). Sabe realmente a caramelo. Además, tuvimos una gran experiencia culinaria en Lille Herbern, un restaurante situado en una pequeña isla cerca del centro. Pudimos participar en la preparación de la comida y todo resultó delicioso: mejillones, marisco y otros tipos de productos frescos. También probamos muchos cafés excelentes durante nuestra estancia”.

¿Qué os llevasteis a casa de Oslo?
“Cinco grandes paquetes de regaliz (no me canso de tomarlo), unos típicos calcetines de lana, una sudadera de invierno con capucha, un casco vikingo, un paquete de café en grano... y, por supuesto, un poco de queso marrón”, confiesa Anna entre risas. 

¿Qué es lo que más os impresionó de Oslo?
“La gente, las vistas, y las muchas zonas verdes. Si hubiésemos tenido más tiempo habríamos pasado un día entero en el Parque Vigeland. El eficaz sistema de transporte público hace que sea fácil moverse por la ciudad. Y la Oslo Pass, que también incluye la entrada a algunas atracciones turísticas, nos resultó muy útil. Está genial poder utilizar la Oslo Pass incluso en los ferries que conectan el centro de la ciudad con las islas de los alrededores”, indica Klára.

¿Hay algún consejo que daríais a alguien que acaba de llegar a Oslo?
“Que no tenga miedo de preguntar a la gente de allí. La gente en Oslo es muy amable y normalmente da muy buenos consejos. Que se haga con un mapa, se saque la Oslo Pass, y organice al menos un picnic en algún parque. Las distancias son cortas, pero hay tantas cosas que hacer que puede resultar buena idea el trazar un itinerario antes de empezar el recorrido”, recomienda Klára.

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