Skip to main content

GUÍA PARA UNA ESCAPADA A OSLO

Los consejos de los locales

La capital de Noruega no deja de crecer, como tampoco lo hace su vibrante escena cultural. Una escapada a Oslo implica desde deliciosa y exótica comida a fascinantes galerías de arte, música en vivo y espectaculares paisajes a un paso de la ciudad. ¡Y lo mejor es que se puede ir andando a casi todos sitios!

Descubre cómo pasar un fin de semana en Oslo al más puro estilo de los locales: un viernes lleno de cultura, un sábado de planes entre lugareños y un domingo de ruta urbana al aire libre.

Viernes: descubre la cultura local

“En Oslo, los amantes de la cultura pueden moverse a pie entre varios reclamos de interés internacional”, explica Karin Hindsbo. La historiadora de arte danesa es la antigua directora del Museo Nacional de Oslo.

Antes de trasladarse a Bærum, en las afueras de Oslo, Hindsbo vivió en varias ciudades europeas, como Copenhague, Berlín o París.

Karin Hindsbo

Planes llenos de cultura en Oslo

Cultura junto al fiordo de Oslo: Muchos de los reclamos culturales más atractivos de Oslo se encuentran en el paseo que discurre frente al puerto, un tramo de unos cinco kilómetros entre los barrios de Filipstad y Sørenga. La zona acoge, entre otros, el museo MUNCH, el museo Astrup Fearnley de arte moderno, el edificio del Ayuntamiento, la Ópera de Oslo y la sede principal de la biblioteca pública Deichman Bjørvika. ¡Y no te olvides del Museo Nacional que abrió en 2022!

Pit stop: Haz una deliciosa parada para cargar las pilas en Vippa, un mercado junto al fiordo con varios puestos de comida a precios razonables.

MUNCH: El nuevo MUNCH es uno de los museos más grandes del mundo dedicados en exclusiva a un solo artista. La pinacoteca acoge cuadros, dibujos, grabados y fotografías de Edvard Munch. Cuenta con unas 42.000 obras y 11 salas de exposiciones, además de un restaurante, una cafetería, una tienda, varios espacios para conciertos y un cine.

Chapuzones y esculturas: Si tienes calor, en Sørenga puedes darte un refrescante baño. Y si lo que quieres es más arte, el parque escultórico Ekebergparken está a tiro de piedra. Esta zona combina a la perfección experiencias culturales y actividades en plena naturaleza.

Museo Nacional: En junio de 2022 abrió sus puertas tras la remodelación a zonas de exposición que ocupan un total de 10 000 metros cuadrados en 90 salas. Sumérgete en el arte, el diseño y los objetos arquitectónicos desde la época clásica hasta nuestros días. No dejes de visitar Lyshallen, una nueva sala de exposiciones con un techo de siete metros de altura. El museo cuenta también con una terraza en la azotea, donde los visitantes pueden beber o comer algo mientras disfrutan de las increíbles vistas al Ayuntamiento de Oslo, la fortaleza de Akershus y el fiordo.

Música: Date un capricho y asiste a alguno de los espectáculos de la Compañía noruega de ballet y ópera (Den Norske Opera & Ballett) en Bjørvika. Y no olvides que Oslo dispone de una reputada orquesta filarmónica. Sus conciertos tienen fama internacional y merece mucho la pena asistir a uno de ellos.

Para chuparse los dedos: El menú del restaurante Katla, en la calle Universitetsgata, mezcla sabores nórdicos, asiáticos y latinoamericanos. Pide un par de tapas en la barra o atrévete con la enchilada completa, un menú degustación de ocho platos.

Jueves de estreno: Si llegas un día antes, comienza tu estancia con una agradable velada entre obras de arte. El jueves es el día en el que muchos museos, galerías y centros de exposiciones cambian su programación e inauguran nuevas muestras.

Ya que estás aquí: Los paladares más exquisitos están de enhorabuena. Y es que Oslo cuenta con varios restaurantes de estrella Michelin. Y si te faltan ideas, consulta otros planes y cosas que hacer en la capital noruega.

Sábado: mézclate con los locales

“Todos los barrios de Oslo tienen su propio encanto. El diverso Grønland. El hipster Grünerløkka. Tøyen, siempre a la última. Sin olvidar el fashionista Frogner o el animado Majorstuen, cuyo mercadillo callejero Vestkanttorget supone, cada sábado, una gran oportunidad de encontrar auténticas gangas vintage”. Así lo indica Helle Øder Valebrokk, una de las escritoras sobre viajes y gastronomía más conocidas de Noruega.

Valebrokk es autora de un libro de recetas y gestiona el blog helleskitchen.org.

Valebrokk es autora de un libro de recetas y gestiona el blog helleskitchen.org.

Helle Øder Valebrokk

Disfruta de Oslo con y como los locales

Frogner, un barrio con mucho estilo: Combina un paseo por el parque escultórico de Vigeland (o Frognerparken) con una pausa en la agradable cafetería Anne På Landet. Disfruta de un café delicioso o de un chocolate caliente con un toque de ron, o prueba un granizado de ruibarbo, con o sin alcohol. Tienen también bollos y pasteles para chuparse los dedos. Haz una visita a la tienda Dècouvreur, que mezcla arte, diseño y moda, y además ofrece un chocolate casero riquísimo. ¡Es un sitio único! Otras paradas obligadas son Eckers, con su exquisito café, y Gioia: ¡prueba su affogato! Enoteca, en Bygdøy Allé, es un restaurante de renombre. Aquí podrás codearte con algunas de las personas más ricas de Noruega ¡No te extrañe ver a alguno de los miembros de la familia real! La comida es italiana, pero el ambiente es 100% Frogner.

Mercadillo de comida: Casi todos los sábados, comerciantes locales venden sus productos frescos o bien en Vinkelplassen (barrio de Majorstuen) o en el parque Birkelunden (en Grünerløkka).

Pescado directo del fiordo: Viaja en un barquito de madera hasta el restaurante Lille Herbern. O coge el ferry hasta Nesoddtangen y disfruta de los platos de Signalen. A una ración de gambas sentado junto al muelle no se resisten ni los turistas ni los lugareños. No tienes más que pedir una bolsita en Rådhuskaia, a donde llegan recién pescadas. En Vulkanfisk encontrarás muchos más peces. Esta tienda y restaurante ofrece gambas, cangrejo, sopa de pescado y mejillones. Se encuentra en el mercado de Mathallen, un espacio que alberga fantásticos restaurantes y puestos de comida.

Un postre con vistas: Coge el metro hasta Frognerseteren y disfruta de un delicioso pastel de manzana ante una vista de Oslo incomparable.

Mejores restaurantes y cervecerías: Degusta ostras y vino ecológico en el restaurante Eff Eff, en Fredensborg. En Telthusbakken puedes dar un paseo entre casas de madera antes de tomar otro vinito y un aperitivo en Nektar. El Crow Bar, en Torggata, dispone de una variada oferta de cervezas de grifo y una sabrosa carne de cerdo asada al estilo shawarma. En Grünerløkka puedes parar en Skaal Matbar, famoso por sus increíbles aperitivos, y que cuenta con un servicio de primera, lleno de energía y vitalidad.

Cócteles, que no falten: Tres coctelerías de garantías son The Swan, Andre til høyre y Himkok. No te olvides de probar algún combinado hecho con aquavit, la bebida alcohólica por excelencia de Noruega (una especie de aguardiente). Himkok cuenta además con una barra de sidras y una cocina exterior en el jardín.

El mejor café de la ciudad: La marca Tim Wendelboe es conocida en todo el mundo. Sin duda su cafetería en Grünerløkka es parada obligada para cualquiera que tenga curiosidad por el café al estilo nórdico.

Locos por el queso: En Aker Brygge se encuentra Winther, una fábrica de quesos artesanos y tienda de ingredientes frescos. Sirven además deliciosos platos de pasta y masa para hacer pizza.

Típico de Noruega: Vaaghals, en Bjørvika, sirve comida excelente con un enfoque noruego. Prueba uno de los sabrosos sandwiches de Bibliotekbaren, en el hotel Bristol, acompañado de una buena taza de té. Si tu presupuesto te permite ir a un sitio con algo más de clase, merece la pena visitar Rest, cuya motivación es la que hacer “buenos platos a base de sobras”. Con el objetivo de reducir el desperdicio de alimentos, Rest elabora platos gourmet con ingredientes que, si no, se tirarían a la basura. Y si quieres ver la tienda más noruega de Oslo, dirígete a Fenaknoken, donde podrás saber más sobre el patrimonio gastronómico del país y probar recetas locales.

Salchichas y gofres: Haz una parada en Syverkiosken, conocido como el paraíso de los perritos calientes, y déjate sorprender por su impresionante oferta de salchichas y condimentos caseros. A no ser que te apetezca más un gofre… En ese caso, acércate a Haralds Vaffel, donde encontrarás los típicos gofres noruegos, cubiertos de crema agria y jamón, o de queso marrón. Tanto en Syverkiosken como en Haralds Vaffel puedes probar una extraña combinación típica de la ciudad de Moss: los gofres con salchicha.

Sitios sin igual: Smalhans, en St. Hanshaugen, es famoso por su comida sencilla pero deliciosa. Al doblar la esquina se encuentra el restaurante Schrøder, que deben visitar los fans del escritor noruego de novela negra Jo Nesbø y del personaje principal de sus obras, Harry Hole. No esperes encontrar un lugar superelegante, aunque encanto no le falta. Se trata de un sitio perfecto para sentarse y disfrutar de una pinta de cerveza.

Restaurantes con encanto y llenos de acción: Ostebutikken, en Grünerløkka, es una tienda de queso durante el día que se transforma por la noche en un agradable restaurante. Los que busquen un ambiente más animado y vivo pueden ir a Palace Grill, en Solli Plass, donde las veladas suelen salirse de madre y resultar divertidísimas. Toma algo en la barra mientras escuchas música country antes de sentarte a cenar.

Ya que estás aquí: Hay tantos restaurantes que merece la pena visitar en Oslo que lo más difícil es elegir a cuáles quieres ir. ¡Organiza tu viaje con antelación y descubre todas las opciones que hay para comer aquí!

Domingo: una ruta urbana

“Oslo es la única metrópolis de Noruega y un lugar fantástico que recorrer a pie. Es lo suficientemente grande como para salir a dar un largo paseo sin dejar el núcleo urbano. Me encanta dar vueltas por las distintas partes de la ciudad y apreciar las diferencias entre las zonas este y oeste”, explica Hanna Norberg, nominada para el premio de Oslense del año en 2016.

Norberg, periodista y autora de dos libros sobre la capital noruega, es una verdadera patriota de Oslo. Sus dos obras versan sobre las mejores excursiones por la ciudad y las mejores cosas que hacer con niños. Además, es desde hace ocho años la responsable del blog de fotografía Stakkars oss (“Pobres de nosotros”, en noruego).

Norberg, periodista y autora de dos libros sobre la capital noruega, es una verdadera patriota de Oslo. Sus dos obras versan sobre las mejores excursiones por la ciudad y las mejores cosas que hacer con niños. Además, es desde hace ocho años la responsable del blog de fotografía Stakkars oss (“Pobres de nosotros”, en noruego).

Hanna Norberg

Los mejores consejos para una ruta urbana

Una jungla a un paso del asfalto: En Oslo hay desde cafeterías y rascacielos a bosques y playas casi vírgenes. ¿Qué más se puede pedir? Pues aunque la jungla de asfalto está genial, también viene muy bien darse un respiro en uno de los muchos parques de la ciudad. Y si quieres un café, basta con desviarte unos pasos de tu trayecto para encontrar una cafetería con uno de los mejores cafés del mundo.

Un paseo sin igual: El paseo del puerto, o Havnepromenaden, abrió en el año 2015. Este tramo de ocho kilómetros de largo que discurre junto al fiordo de Oslo es, sin lugar a dudas, uno de los trayectos urbanos más hermosos del mundo. El recorrido, que aúna escenas urbanas, naturaleza y fiordos, está lleno de sorpresas. Sal desde Frognerkilen y haz tu primera parada en Kongen Marina. Este bar, restaurante y tienda junto al fiordo es lo más: tiene hasta una terraza con sillas y una sauna. Para comer, el restaurante ecológico Mohn, en Filipstad, es una opción muy recomendable. Hazte una foto con el Árbol de Ténéré  –un árbol artificial que iluminan 125.000 luces LED– y súbela a Instagram: ¡verás que hay montones de ellas! Pide un café para llevar en Aker Brygge y tómatelo mientras pasas por delante de la Fortaleza de Akershus. ¿Quién puede resistirse a los platos de comida fusión de Vippa o a los food trucks en SALT? La excursión finaliza en Bjørvika, donde te esperan otras tres cosas que no puedes perderte: la biblioteca municipal Deichman Bjørvika, la Ópera de Oslo y la playa/piscina de Sørenga.

Junto al río: El río Akerselva parte la ciudad en dos y es además la principal arteria de la capital noruega. Discurre desde el lago más grande de Oslo, el Maridalsvannet (principal fuente de agua potable de la ciudad), hasta el fiordo. Preciosos paisajes, animadas cafeterías e historia industrial adornan el recorrido. Lo mejor es comenzar en el puente de Ankerbrua, en el extremo sur del barrio de Grünerløkka. Desde ahí, sigue el trascurso del río hacia el norte. Si quieres llevar contigo algo de comida para el camino, el mercado Mathallen queda bastante cerca. Y tiene tantas opciones que es casi imposible no encontrar algo que te guste. Deja sitio, eso sí, para un postre en Hønse-Lovisas Hus, cafetería que se encuentra en lo alto de una colina y junto a una cascada. Tú eliges: un gofre, un pedazo de tarta de arándanos o un bollito de canela. ¡El granizado de ruibarbo también está delicioso! El resto de la ruta junto al río se hace más llana, tranquila y silenciosa a medida que uno se aleja del centro de la ciudad.

A golpe de remo: Pásalo en grande navegando por el río Akerselva con la agencia Mad Goats. Puedes navegar haciendo paddle surf (SUP) o en kayak. ¡Mójate!

Oslo desde el cielo: ¿Quieres disfrutar de las mejores vistas de la capital noruega? Solo tienes que alejarte un poco del centro. Coge el metro o el tranvía hasta Storo y después el bus 56 a Akebakkeskogen. Desde allí, sube una cuesta no muy larga pero sí bastante empinada a través del bosque hasta lo alto de Grefsenkollen. No te preocupes si no sabes qué decir al llegar y ver las increíbles vistas: lo más normal es quedarse sin palabras. Tampoco tendrás muchas ganas de hablar mientras disfrutas de una pizza y una cerveza en el restaurante que hay allí, literalmente sobre la ciudad de Oslo.

Relájate en una sauna: Después de una buena caminata te mereces una recompensa. Y qué mejor que descansar y olvidarse de todo en una de las saunas flotantes que adornan el fiordo. ¡Puedes hacerlo en cualquier época del año! Tras entrar bien en calor, lo mejor es refrescarse con un chapuzón en pleno fiordo. Es, sin duda, una experiencia única que no puedes dejar pasar. Algunas de las saunas de este tipo son Kok Oslo; la de la Asociación de saunas de Oslo (Oslo Sauna Association), en Bjørvika, junto al edificio de la ópera; o Greenboats, en Aker Brygge.

Ve a esquiar: Coge el metro desde el centro hasta Frognerseteren para disfrutar de una sesión de esquí de fondo entre paisajes espectaculares. Sigue la pista colina abajo hacia Ullevålseter, una agradable cafetería en medio del bosque en la que dar un respiro a tus piernas. De vuelta en Frognerseteren, degusta unas buenas gachas de crema agria, un plato típico de Noruega, y bebe un vaso de zumo frente a la chimenea del Kafé Seterstua.

Planes sin esquís: Si no te apasiona el esquí, siempre puedes lanzarte en trineo por Korketrekkeren. Esta enorme pista, de dos kilómetros de largo y un desnivel de 255 metros, va desde Frognerseteren hasta Midtstuen. ¡Coge el metro de nuevo hasta la cima y deslízate por el gigantesco tobogán todas las veces que quieras!

Ya que estás aquí: Hay muchas otras cosas que puedes hacer un domingo en Oslo, como dar una vuelta en bicicleta, salir a caminar por el bosque o hacer escalada. Descubre más actividades al aire libre.

¡Organiza tu viaje a Oslo hoy mismo! Consigue las mejores ofertas de las cadenas hoteleras que colaboran con VisitNorway: Radisson Blu, Scandic, Strawberry y Thon.

Páginas visitadas recientemente