El enérgico
resurgir del yoik
Jóvenes artistas sami están devolviendo a la vida una de las tradiciones musicales más antiguas de Europa. Sonidos ancestrales se combinan con modernos estilos. El resultado es una nueva hornada de valientes músicos reconocidos internacionalmente.
“El yoik es como los remolinos de luces de las auroras boreales, o el viento en lo alto de mesetas montañosas. Cuando canto yoik, me siento como en otro mundo”.
Elle Márjá Eira, una artista de gran talento procedente de Kautokeino, en el Norte de Noruega, cantaba yoiks antes incluso de aprender a hablar.
Hoy en día, cuenta al mundo, a través de la música, historias de su vida como pastora de renos.
Su música electrónica es fresca, ártica, pero siempre aderezada con tonos y melodías sami.
“Llevo el yoik en la sangre. Lo he interpretado en todas las situaciones y etapas de mi vida. Cuando canto yoik siento que mis antepasados me acompañan”.
El lenguaje del corazón
El canto del pueblo sami ha sobrevivido al paso de los siglos transmitido de generación en generación. Algunos de los yoiks más antiguos que conocemos hoy en día fueron grabados por curas y misioneros en los siglos XVIII y XIX.
La tradición oral dice, sin embargo, que los sami adquirieron los yoik de hadas y elfos de las tierras árticas. Los yoik solían ser una herramienta fundamental para compartir historias y conocimiento.
“Mis yoik no son sobre algo, son yoiks a algo o a alguien. Puede ser una persona, un animal, un lago o una montaña. Me encanta cantar yoiks en honor a mi bisabuelo, Orbona Aslat. Sus yoik han sobrevivido en nuestra familia durante más de 150 años”.
“Los yoik son el lenguaje del corazón. Son orgullo. Algo personal. Complejidad. Identidad. Recuerdos. Alma. Espiritualidad”.
Un doloroso pasado
No es ni justo ni posible contar la historia del yoik sin mencionar un capítulo muy oscuro de la historia de Noruega.
La cultura sami vivió, durante varios siglos, bajo una intensa presión por parte del gobierno noruego. Estas presiones comenzaron, según la Gran Enciclopedia Noruega, a principios del siglo XVII con las obras misioneras.
Durante mucho tiempo no se permitió a los sami hablar su propia lengua, y se les obligó a aprender noruego en virtud de estrictas políticas de asimilación.
Los yoik fueron declarados algo pecaminoso y se prohibió cantarlos en los colegios del territorio sami.
La llamada Ley Sami, que establece los poderes y responsabilidades del parlamento sami, fue finalmente incluida en la Constitución noruega en 1988.
Para entonces, la lengua sami y los yoik ya habían desaparecido en muchas regiones.
La nueva era del yoik
“Es como si la tradición de los yoik hubiese vuelto a nacer. La gente es cada vez más consciente, sobre todo la de mi generación”, explica Marja Mortensson, artista de Hedmark y cantante de yoik en el dialecto sami meridional.
Su música se centra en diferentes aspectos de la identidad sami.
A principios de 2017 lanzó su elogiado primer álbum, Aarehgïjre – Early Spring.
Solo un año después salió a la luz su segundo álbum, Mojhtestasse – Cultural Heirlooms. Éste le valió el premio Spellemannprisen, equivalente a los Grammy noruegos, en la categoría Folk/música tradicional.
“A pesar de las continuas luchas para conservar nuestras lenguas y nuestra identidad cultural, en los últimos años ha habido un cambio positivo. Hoy en día, parece seguro ser sami”.
Vuelta a las raíces
Siendo una sami del sur, Mortensson ha tenido menos acceso a los yoik que Mortensson, que creció en el norte.
“En el sur, la mayoría de lo quedó se conserva en archivos. Los yoik se han ocultado bien”.
Cuando era una adolescente decidió, sin embargo, que quería conocer sus raíces. Así que comenzó a investigar la herencia cultural de su propia familia. Entonces descubrió varios yoik pertenecientes a sus parientes.
“Los yoik son toda una filosofía. Se trata de conectar con la naturaleza y con la gente que te rodea. Cuando hago yoik, mi mente se llena de imágenes y siento que viajo, ya sea a un lugar o al alma de la persona a la que estoy cantando”.
El mejor regalo
Muchos sami reciben un yoik como regalo durante sus vidas. Algunos tienen solo un yoik propio; otros tienen varios.
Es una manera habitual de tener a gente cerca de ti. En vez de halagar y decir cosas buenas sobre alguien, les haces un yoik.
“Una vez mi padre me hizo uno. Cuando me lo entregó, me dijo con ojos brillantes: ‘Los yoik son tan complejos como lo eres tú”, cuenta Eira.
Viejas tradiciones, sonidos modernos
Tanto Eira como Mortensson son famosas por sus innovadoras interpretaciones de los yoik y por su capacidad para combinar esta antigua tradición vocal con géneros como el pop, la electrónica o el jazz.
“Me inspiro en la naturaleza, la vida y el universo. No me importan demasiado los géneros o las categorías. Como dice un proverbio sami, es mejor estar en movimiento que quedarse quieto”, prosigue Eira.
Mortensson coincide con ella.
“Mientras mi música esté estrechamente relacionada con el yoik, me permito experimentar e incorporar nuevos elementos, como tuba o percusión. Aun así, la filosofía de los yoik es siempre la base de mi trabajo. Lo que transmito ha de percibirse como real. Esta es mi única condición”.
Un futuro brillante
Eira y Mortensson siguen recibiendo premios y llevando por el mundo su moderna interpretación de los yoik. Pero, además, han abierto el camino para toda una nueva generación de artistas sami.
Igual que otros músicos famosos, como Mari Boine, Frode Fjellheim y Ann-Mari Andersen, entre otros muchos, hicieran antes por ellas.
Precisamente gracias a Fjellheim, los yoik llegaron al mismísimo Hollywood en 2013. Este músico sami del sur y compositor de yoik es el responsable de la canción de apertura de la película de Disney Frozen.
En mayo de 2019, el grupo KEiiNO, cuyos miembros son noruegos y sami, representaron a Noruega en el Festival de Eurovisión celebrado en Tel Aviv y lograron acabar en una meritoria sexta posición.
Los ejemplos son muchos: la creciente adaptación y comercialización del yoik apunta hacia una firme e importante revitalización de la antigua tradición vocal.
Renacer. Renovarse. Resurgir.
Sal y encuentra tu propio yoik.