Skip to main content

Gaustatoppen, el acantilado más impresionante del Este de Noruega

Los apasionados del senderismo y las vistas espectaculares no pueden perderse la ruta hasta el monte Gaustatoppen. Desde lo alto se puede ver, en un día despejado, casi la mitad de la parte sur de Noruega. Y si no te apetece mucho caminar hasta allí, siempre puedes admirar las vistas desde la cima subiendo en un funicular único en todo el norte de Europa.

Gaustatoppen se encuentra no muy lejos del centro de Rjukan, en la provincia de Telemark. El impresionante pico no es el primero de Noruega en altitud, pero bien puede serlo en cuanto a belleza. Cuando el tiempo lo permite, sus 1.883 metros sobre el nivel del mar ofrecen unas vistas espectaculares de hasta una sexta parte de la Noruega continental.

En la cumbre en 15 minutos

No te preocupes si hacer la ruta a pie no te convence. El corazón de la montaña guarda un secreto que se remonta a la Guerra fría: oculto entre las paredes de piedra, el funicular de Gaustabanen te lleva cómodamente hasta la cima.

Y es que Gaustabanen tiene gran parte de la culpa de que unas 100.000 personas visiten Gaustatoppen cada año. Este funicular se inauguró en 2010 y, a pesar de la altitud de la montaña, no tarda más de 15 minutos en llegar a lo más alto.

Nada más acceder a la montaña, un brisa de aire frío te da la bienvenida. Tu viaje comienza con un trayecto en tranvía hasta el funicular, unos 850 metros hacia el interior de la montaña. Disfruta los 1.145 metros de recorrido con una inclinación de 40 grados antes de admirar las increíbles vistas desde la cumbre.

Gaustabanen fue concebido como proyecto turístico en el año 1953. Para poder hacer realidad la idea se pidió la colaboración del ejército noruego.

A medida que las obras avanzaban, el propósito del proyecto fue pasando de puramente turístico a militar. El hecho de compartir frontera con la Unión soviética otorgaba a Noruega un papel fundamental para avisar a la OTAN de cualquier cosa que pudiera pasar. Esto hizo que fuese la organización internacional la que financiase la iniciativa.

En un libro sobre Gaustabanen, Helge Songe escribe que el resto de alternativas se descartaron en 1954: ya entonces quedó claro que sería la OTAN la que asumiría la construcción en plena montaña de Gaustatoppen.

Cuando terminó la construcción, se acordó que la OTAN usaría en exclusiva la estación de Gaustatoppen durante 50 años. Finalmente, se añadió al complejo un centro de previsión meteorológica y una red de radiodifusión, algo que lo convirtió en una parte fundamental de la red de comunicaciones militares de Noruega.

Fácil acceso

La montaña Gaustatoppen se encuentra a unas dos horas y media de Oslo en coche. La carretera Fv 651, que une Tuddal y Rjukan, te lleva directamente hasta el aparcamiento de Gaustabanen, que está debidamente señalizado. En caso de que quieras caminar hasta la cima, Stavsro es un popular punto de partida. También se puede salir de Svineroi o Selstali, en función de la distancia que se quiera recorrer.

“Lo mejor de Gaustatoppen es lo fácil que resulta ascenderla, gracias al funicular. Al mismo tiempo, hay muchísimas rutas que conducen a la cima. Tanto familias con niños como experimentados senderistas encontrarán un recorrido ajustado a sus necesidades”, asegura Henriette Hack, representante de la Asociación noruega de Trekking (DNT) en Telemark.

La ruta más asequible de las que llevan a Gaustatoppen sale del aparcamiento de Stavsro. A un ritmo normal, el recorrido no debería suponer más de dos horas y media hasta la cima, y unas dos horas el descenso. El terreno es bastante rocoso en la parte final, así que no olvides llevar calzado adecuado (unas buenas botas de senderismo siempre se agradecen en la montaña).

El último tramo hasta la cima te lleva a través de una cresta de montaña a cielo abierto. Como no se debe hacer esta última parte en caso de mal tiempo, mucha gente opta por finalizar su excursión en el mirador que hay poco después de la cabaña de Gaustatoppen. Todos los senderos están perfectamente señalizados.

Pasar la noche en la cima

Durante el verano y hasta la primera semana de octubre, la cabaña de Gaustatoppen ofrece alojamiento y comida a los que quieran pasar allí la noche. Eso sí: hay que reservar con antelación, ya que solo tiene capacidad para 11 personas. Otra opción es traer una tienda de campaña y dormir al aire libre bajo las estrellas. Pero ten en cuenta que el suelo está lleno de piedras.

En cualquier caso, hay varios sitios fantásticos para pasar la noche en los alrededores de Gaustatoppen, entre ellos Rjukan, Hjartdal y Gaustablikk. Y muchos de ellos pueden presumir de sus increíbles vistas de la montaña.

Si vas a Rjukan, no olvides visitar el Museo noruego de los trabajadores industriales, en Vemork, a tan solo 15 minutos en coche o 45 minutos en autobús del centro de Rjukan. Allí podrás saber más acerca de la aventura industrial que despegó a principios del siglo XX y cómo la localidad se ganó un lugar en la lista de patrimonio de la humanidad de la Unesco. También puedes aprender algo de historia desde la Segunda guerra mundial. Y es que fue en Vemork donde 11 valientes noruegos desbarataron el plan alemán que pretendía crear la bomba atómica usando el agua pesada de la zona.

Teleférico de Krossobanen

Lo bueno de esta zona es que todo está relativamente cerca. Para llegar a la meseta de montaña de Hardangervidda puedes coger el teleférico de Krossobanen. Construido en 1928, este teleférico fue el primero de su tipo de todo el norte de Europa, según Visit Rjukan. Su función era la de transportar a los vecinos de la zona a la cima de la montaña para disfrutar de la escasa luz diurna durante los meses de invierno. Hoy en día, Krossobanen es un reclamo turístico que funciona todos los días del año.

Hay muchas rutas para hacer senderismo que salen desde lo alto de la montaña. Si viajas con los más pequeños de la casa podéis hacer juntos la de Solstien, de apenas un kilómetro. También podéis pasaroslo en grande en un parque de escalada.

Aventuras sobre dos ruedas

Traer tu bicicleta contigo a bordo de Krossobanen es una excelente idea. Desde lo alto de Hardangervidda, y casi en cualquier dirección, hay un montón de rutas para hacer en bici aptas para todos los públicos. Y no te preocupes si no tienes bici. Puedes alquilar una en Rjukan antes de subir al teleférico.

En lo alto de Hardangervidda también puedes ir de excursión a pescar, con tu caña y algo de comida. ¡Disfruta del aire fresco en plena montaña! O quizás prefieres embarcarte en la que se considera una de las rutas de senderismo más hermosas de Noruega, la que lleva a Kalhovd, de 30 kilómetros de largo. Si decides quedarte un día más allí, siempre puedes pasar la noche en una de las cabañas que hay en Kalhovd.

¿Aún echas de menos un buen subidón de adrenalina? No lo dudes y atrévete a hacer puenting desde lo alto del barranco de Vemork.

Más ideas para tu viaje

Aquí tienes otros artículos que podrían interesarte.

Páginas visitadas recientemente