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Gaustatoppen: ¡menudas vistas!

Los apasionados del senderismo y las vistas espectaculares no pueden perderse la ruta hasta el monte Gaustatoppen. Desde lo alto se puede ver, en un día despejado, casi la mitad de la parte sur de Noruega. Y si no te apetece mucho caminar hasta allí, siempre puedes admirar las vistas desde la cima subiendo en un funicular único en todo el norte de Europa.

Gaustatoppen se encuentra no muy lejos del centro de Rjukan, en la provincia de Telemark. El impresionante pico no es el primero de Noruega en altitud, pero bien puede serlo en cuanto a belleza. Cuando el tiempo lo permite, sus 1.883 metros sobre el nivel del mar ofrecen unas vistas espectaculares de hasta una sexta parte de la Noruega continental.


Fácilmente accesible

La montaña Gaustatoppen se encuentra a unas dos horas y media de Oslo en coche. La carretera Fv 651, que une Tuddal y Rjukan, te lleva directamente hasta el aparcamiento de Gaustabanen, que está debidamente señalizado. En caso de que quieras caminar hasta la cima, Stavsro es un popular punto de partida. También se puede salir de Svineroi o Selstali, en función de la distancia que se quiera recorrer.

“Lo mejor de Gaustatoppen es lo fácil que resulta ascenderla, gracias al funicular. Al mismo tiempo, hay muchísimas rutas que conducen a la cima. Tanto familias con niños como experimentados senderistas encontrarán un recorrido ajustado a sus necesidades”, asegura Henriette Hack, representante de la Asociación noruega de Trekking (DNT) en Telemark.

Rutas de senderismo

La forma más fácil de llegar a la cima es desde la carretera entre Rjukan y Tuddal. El aparcamiento de Stavsro es un buen punto de partida, pero puede llenarse rápidamente, sobre todo los fines de semana en los que se prevé buen tiempo. Hay un autobús gratuito desde Rjukan y Gausta/Gaustablikk (buenas opciones de aparcamiento)que para en Gaustabanen y Stavsro desde el 1 de julio hasta mediados de octubre.

Puntos de partida

Stavsro: es el punto de partida del sendero principal que se recomienda para llegar a la cumbre y tiene una longitud de 4,6 kilómetros. Desde Stavsro, se tarda entre 2 horas y media y 3 horas en subir hasta el refugio de Gaustatoppen y el mirador, a 1830 metros, y algo menos en bajar. Hay buenas opciones de aparcamiento, pero puede estar lleno los días de más afluencia. La caminata se considera de dificultad media y tiene un desnivel de 700 metros. Hacia el final el terreno es rocoso, así que no te olvides de llevar botas de montaña. Esta ruta también es adecuada para niños que estén acostumbrados a caminar por montaña. Y como sugerencia, te recomendamos disfrutar de un buen plato de rømmegrøt, unas gachas de crema agria, en la cafetería que encontrarás al descender.

Svineroi o Gaustabanen: hay otra ruta de 3 kilómetros que sale de Svineroi y tiene un desnivel de 850 metros. Este sendero es muy empinado y discurre por terrenos algo complicados. Se tarda unas dos horas en llegar a la cima.

Si quieres subir hasta arriba, tienes que saber que la última parte de la ruta atraviesa una cresta abierta, por lo que no debes cruzarla si hace mal tiempo. En esos casos, la mayoría de la gente opta por subir hasta el mirador, que está un poco más arriba del refugio de Gaustatoppen.

Todos los senderos están marcados con unas «T» rojas (en rocas y señales). Independientemente de la ruta que elijas, recuerda que el tiempo en las montañas puede cambiar rápidamente. Es importante llevar agua y comida, ropa impermeable y cortavientos, un gorro y unas manoplas, ropa de abrigo y, sobre todo, un mapa y una brújula.

¡Sube a lo más alto en solo 15 minutos!

No te preocupes si hacer la ruta a pie no te convence. El corazón de la montaña guarda un secreto que se remonta a la Guerra fría: oculto entre las paredes de piedra, el funicular de Gaustabanen te lleva cómodamente hasta la cima.

Y es que Gaustabanen tiene gran parte de la culpa de que unas 100.000 personas visiten Gaustatoppen cada año. Este funicular se inauguró en 2010 y, a pesar de la altitud de la montaña, no tarda más de 15 minutos en llegar a lo más alto.

Nada más acceder a la montaña, un brisa de aire frío te da la bienvenida. Tu viaje comienza con un trayecto en tranvía hasta el funicular, unos 850 metros hacia el interior de la montaña. Disfruta los 1.145 metros de recorrido con una inclinación de 40 grados antes de admirar las increíbles vistas desde la cumbre.

Una estación histórica de la OTAN

Gaustabanen fue concebido como proyecto turístico en el año 1953. Para poder hacer realidad la idea se pidió la colaboración del ejército noruego.

A medida que las obras avanzaban, el propósito del proyecto fue pasando de puramente turístico a militar. El hecho de compartir frontera con la Unión soviética otorgaba a Noruega un papel fundamental para avisar a la OTAN de cualquier cosa que pudiera pasar. Esto hizo que fuese la organización internacional la que financiase la iniciativa.

En un libro sobre Gaustabanen, Helge Songe escribe que el resto de alternativas se descartaron en 1954: ya entonces quedó claro que sería la OTAN la que asumiría la construcción en plena montaña de Gaustatoppen.

Cuando terminó la construcción, se acordó que la OTAN usaría en exclusiva la estación de Gaustatoppen durante 50 años. Finalmente, se añadió al complejo un centro de previsión meteorológica y una red de radiodifusión, algo que lo convirtió en una parte fundamental de la red de comunicaciones militares de Noruega.

Gofres deliciosos en la cima

Durante el verano (hasta la primera semana de octubre), el refugio de Gaustatoppen también sirve una pequeña selección de comida y ofrece la posibilidad de alojarse allí. Solo puede alojar a once personas a la vez y en una habitación pequeña, por lo que es mejor reservar con antelación.

¡Pero no te preocupes si no encuentras sitio! Hay muchos otros alojamientos cómodos y de fácil acceso en la zona, como en Rjukan, Hjartdal y Gaustablikk. Muchos de ellos incluso ofrecen unas vistas espectaculares al majestuoso pico de la montaña.

Cuando estés en Rjukan, no dejes de visitar el museo noruego de trabajadores industriales en Vemork,a tan solo 15 minutos en coche desde el centro de Rjukan. Aquí podrás aprender más sobre la aventura industrial que comenzó a principios del siglo XX y conocer los detalles sobre cómo la ciudad consiguió un puesto en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. También podrás sumergirte en la historia de la Segunda Guerra Mundial: Vemork fue el lugar donde once valientes noruegos, miembros de la resistencia, sabotearon los planes nazis de utilizar agua pesada para construir armas atómicas.

El funicular de Krossobanen (cerrado temporalmente)

Lo bueno de esta zona es que todo está relativamente cerca. Para llegar a la meseta de montaña de Hardangervidda puedes coger el teleférico de Krossobanen. Construido en 1928, este teleférico fue el primero de su tipo de todo el norte de Europa, según Visit Rjukan. Su función era la de transportar a los vecinos de la zona a la cima de la montaña para disfrutar de la escasa luz diurna durante los meses de invierno.

Hoy en día, el Krossobanen se considera una atracción turística y suele estar abierto todos los días del año, pero en 2024 se cerró por obras de mantenimiento hasta nuevo aviso.

Hay muchas rutas para hacer senderismo que salen desde lo alto de la montaña. Si viajas con los más pequeños de la casa podéis hacer juntos la de Solstien, de apenas un kilómetro. También podéis pasaroslo en grande en un parque de escalada.


Aventuras en bicicleta

Traer tu bicicleta contigo a bordo de Krossobanen es una excelente idea. Desde lo alto de Hardangervidda, y casi en cualquier dirección, hay un montón de rutas para hacer en bici aptas para todos los públicos. Y no te preocupes si no tienes bici. Puedes alquilar una en Rjukan antes de subir al teleférico.

En lo alto de Hardangervidda también puedes ir de excursión a pescar, con tu caña y algo de comida. ¡Disfruta del aire fresco en plena montaña! O quizás prefieres embarcarte en la que se considera una de las rutas de senderismo más hermosas de Noruega, la que lleva a Kalhovd, de 30 kilómetros de largo. Si decides quedarte un día más allí, siempre puedes pasar la noche en una de las cabañas que hay en Kalhovd.

¿Aún echas de menos un buen subidón de adrenalina? No lo dudes y atrévete a hacer puenting desde lo alto del barranco de Vemork.

Gaustatoppen en invierno

La zona de Gaustatoppen también es muy bonita en los meses de invierno, cuando la montaña se vuelve un destino popular de esquí de fondo. En esta época del año, el funicular se convierte en uno de los telesillas más singulares de Noruega. Si quieres practicar esquí de fondo, se recomienda ir siempre acompañado de un guía local para disfrutar de una aventura más divertida y segura.

También hay una gran estación de esquí al pie de la montaña, Gaustablikk, donde admirar las vistas asombrosas de la majestuosa montaña mientras esquías. Además, podrás elegir entre una gran variedad de pistas de esquí de fondo en la zona.

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