El grito
Las tres versiones de El grito se exponen en una misma sala, cada una de ellas durante una hora, y forman parte de la exposición permanente, Edvard Munch Infinite. De esta forma, se pretende proteger de la mejor manera posible la fragilidad de las piezas. Es obvio que esta obra artística, considerada una de las más famosas del mundo, ha recabado una mayor atención durante los últimos años.
“En la actualidad, El grito goza de más popularidad que nunca. En lo que se refiere a la pandemia de la covid-19, El grito viene a reflejar nuestro estado colectivo de ansiedad y temor por el virus mundial. En ocasiones, se ha propagado un efecto humorístico de la obra, como cuando se ha representado la figura de El grito llevando una mascarilla y gel de manos”, comenta Maren Lindeberg, jefa de prensa de MUNCH, el flamante museo.
La figura de Munch también aparece en muestras de protesta, especialmente relacionadas con el cambio climático.
“Al contrario de lo que comúnmente se cree, es la naturaleza, y no la figura, la que grita, según escribió el propio Munch”… “un gran e infinito grito de la naturaleza”, advierte Lindeberg.