“¡Me dejó sin palabras!”
El famoso fotógrafo noruego Morten Krogvold quedó completamente fascinado tras visitar el nuevo museo MUNCH, que abrió sus puertas oficialmente el 22 de octubre de 2021.
La pinacoteca es solo uno de los numerosos reclamos culturales que Krogvold recomienda visitar en Oslo…
Descubre el triángulo de la cultura de Morten Krogvold en Oslo
El triángulo de la cultura es una serie en la que conocidas personalidades noruegas del mundo de la cultura comparten sus rincones favoritos en las principales ciudades de Noruega. Descubre a dónde van a comer, dónde se alojan y cuáles son sus planes indispensables.
"El Museo MUNCH es comparable a la Tate Modern de Londres. Uno de los mayores artistas que ha habido nunca en todo el mundo, Edvard Munch, cuenta, por fin, con el lugar que su arte merece", explica Krogvold.
El edificio que acoge la pinacoteca tiene 60 metros de alto y está revestido de placas de aluminio.
La llamativa curva que dibuja su estructura en su parte más alta no está exenta de simbolismo: es como si el edificio se inclinase levemente e hiciese una reverencia a la ciudad de Oslo, en una muestra de respeto.
Las numerosas obras de arte que ya ocupan su lugar en el nuevo espacio comenzaron a trasladarse aquí durante el pasado verano.
El legado de Edvard Munch supone una de las mayores colecciones artísticas del mundo de obras de un solo artista. El museo gestiona más de 42.000 creaciones únicas.
"El museo cuenta con tres versiones del ‘Grito’. Las tres se exponen en una misma sala del museo, cada una durante una hora. Vale la pena esperar esas tres horas para ver las tres", asegura Krogvold.
La espera se puede amenizar dando un paseo por 11 galerías y 13 plantas llenas de experiencias artísticas inolvidables".
Y no se te ocurra marcharte sin disfrutar de las vistas panorámicas desde la azotea.
"Llegué a ver desde allí a los bailarines de la Ópera de Oslo, que ensayaban para uno de sus espectáculos. Sin duda, tienes que subir", insiste Krogvold.
No muy lejos se encuentra la Biblioteca municipal de Oslo, la de Deichman Bjørvika. Su edificio es una fantástica obra arquitectónica que el fotógrafo noruego tampoco recomienda perderse.
Rebosantes de cultura, pero hambrientos, acompañamos a Krogvold hasta su restaurante favorito, Theatercaféen.
Es lunes y el establecimiento está cerrado al público, pero eso no detiene a nuestro intrépido protagonista, que es amigo de los dueños.
"Vamos a pasar por la cocina", asegura con decisión, haciendo una seña para que le sigamos.
Krogvold atraviesa rápidamente la amplia cocina, apuntando a izquierda y derecha.
"Hola, ¿estáis trabajando en el almuerzo de mañana?"
"Eso es”, responde el cocinero entre risas.
"¡Estamos en casa!", exclama Krogvold tras cruzar la puerta giratoria que funciona como entrada principal.
El fotógrafo elige una mesa junto a la ventana desde la que se ven la conocida calle oslense Stortingsgata y el Teatro Nacional. La ubicación de este restaurante de estilo art déco lo ha convertido en uno de los refugios favoritos de los artistas de la capital.
"Es el restaurante más importante de Noruega, el de tradiciones más ricas. Desde hace más de cien años vienen aquí artistas noruegos, desde la época de los grandes bohemios. Acoge cantidad de historias y vivencias", afirma Krogvold con tono serio.
Él mismo se asemeja a uno de esos bohemios a los que dedica buenas palabras: luce un cabello ondulado y un aspecto peculiar; le gusta disfrutar de la vida y cultiva un gran interés en la historia del arte y la cultura.
"Aquí ha habido de todo: desde traiciones e infidelidades a las situaciones y conversaciones más divertidas”, cuenta.
Sin olvidar los escándalos.
"Ha llegado a haber un caballo. Alguien llegó a caballo a una pequeña fiesta que se organizó aquí”, dice mientras se le escapa una pequeña carcajada.
De las paredes cuelgan caricaturas de los clientes más famosos y de los más asiduos. Entre ellos, el propio Krogvold, el pintor Edvard Munch, la célebre actriz noruega Liv Ullmann y muchos otros.
"Mis platos favoritos dependen del día de la semana. Los viernes como tartar, con una cerveza fría y una ginebra (jenever)".
El triángulo de la cultura de Krogvold está casi listo. Ahora solo necesitamos encontrar un lugar donde dormir.
"Cuando venimos a Oslo, los artistas siempre nos alojamos en Cochs Pensjonat.
Se trata de una casa de huéspedes situada a solo 10 metros del restaurante Lorry, un local que ha inspirado muchas historias y ha sido testigo de importantes eventos.
Justo al lado de Lorry se encuentra Litteraturhuset, la primera casa de la literatura de Noruega. Además, alojándote en Cochs tendrás la oportunidad de sentirte (casi) entre la realeza, gracias al vecino Palacio real.
"Hay tantas historias encerradas en estas cuatro paredes… No tendría tiempo ni para empezar a contarte todo lo que ha pasado aquí", asegura Krogvold.
El fotógrafo recuerda entonces una historia en la que un grupo de huéspedes subió... ¡con un caballo hasta el quinto piso del inmueble! Tuvieron que venir los bomberos a bajar al animal.
"Este lugar es como una de las novelas del famoso escritor noruego Lars Saabye Christensen. De hecho… ¡ya ha escrito sobre ello!”, añade Krogvold rápidamente.
"En la premiada novela de Saabye Christensen El hermanastro, el personaje de Arnold Nilsen vive durante 4.982 días y sus respectivas noches en la pensión Cochs, en la habitación 502. Esa habitación se conoce hoy como la habitación del hermanastro", explica.
"Mis alumnos de arte extranjero siempre se alojan aquí. Y les encanta. Este lugar tiene alma. Todo aquel interesado en la historia del arte debería pasar al menos una noche en Cochs", concluye Krogvold.
Y así se cierra el triángulo de la cultura de Oslo. El Theatercaféen y el museo Munch están a sendos paseos, no muy largos, de la pensión: Oslo es una de las mejores ciudades europeas para explorar a pie.
Desliza para descubrir el resto de reclamos turísticos que recomienda Krogvold.