RØROS
Un viaje en el tiempo
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Pintorescas casas de madera con mucha historia.
Todo un mundo bajo tierra.
Reliquias de otros tiempos.
El precioso pueblo de montaña de Røros, en Trøndelag, es una de las localidades de edificios de madera más antiguas de Europa, así como Patrimonio de la humanidad de la Unesco.
Es famosa por ser un museo viviente que susurra historias que se remontan muchos siglos atrás. Tanto sus calles más animadas y acogedoras, hasta…
… las viejas minas de cobre, como la de San Olav.
Røros se fundó en 1644, cuando en la zona fue hallado cobre. Con el tiempo, se convirtió en una de las ciudades mineras más importantes de Noruega.
La gente de Røros ha logrado conservar el encanto original de la localidad, con viviendas de los siglos XVIII y XIX, así como los bellos paisajes de los alrededores.
Descúbrelo tú mismo o…
… viaja en el tiempo con una excursión guiada.
Uno de los mayores reclamos es la antigua Iglesia de Røros, también conocida como Bergstadens Ziir, que quiere decir el orgullo de la ciudad minera.
Basta con echar un vistazo a su arquitectura, a los detalles…
… por no hablar de lo hermoso que es su interior.
Røros está también a la cabeza entre las regiones de Noruega en producción de comida e ingredientes locales.
Como por ejemplo el delicioso pastel pjalt, que suele acompañarse de queso marrón (o brunost).
En verano puedes apuntarte a una ruta de degustación de comida local y probar desde pescado fermentado (rakfisk) hasta carne de reno, premiados quesos y otros productos típicos en granjas como las de Eggen Gardsysteri o Galåvolden Gård.
Estas exquisiteces puedes encontrarlas también en otros acogedores restaurantes de la ciudad a lo largo de todo el año.
El árido paisaje y las temperaturas en la región equivalen a productos cultivados lentamente y que obtienen así sus singulares sabores. Algo que por cierto hace las delicias de los muchos renos que hay en la zona.
También vale la pena explorar la naturaleza de los alrededores de Røros.
Adéntrate en los Parques nacionales de Femundsmarka y Forollhogna, en los que podrás hacer senderismo, ir de pesca o montar en bicicleta de montaña. O también puedes dirigirte a Jutulhogget, el cañón más extenso de todo el norte de Europa.
Si anhelas pasar una relajante jornada junto a un lago, el histórico barco M/S Fæmund II te lleva de excursión hasta el lago Femunden en verano.
En Alvdal, al sur de Røros, puedes conducir a través de la segunda carretera a mayor altitud de toda Noruega, que asciende hasta la cima de la montaña Tronfjellet. Una vez allí, simplemente disfruta de las espectaculares vistas.
En invierno, la gente suele moverse en sparks, o patinetes para deslizarse sobre el hielo. Pruébalo tú mismo y no olvides parar en las pequeñas tiendas y talleres que venden tanto comida local como artesanía y ropa producidas en la zona.
Y ya que Røros es uno de los puntos más fríos de Noruega en invierno, haz como los de aquí y cúbrete con lana de la cabeza a los pies.
Hazte con jerséis y guantes de punto de alguna tienda local, o lleva mantas y cojines de la marca Røros Tweed: nada sobra cuando las temperaturas se desploman hasta los -20 grados.
Eso sí: ¡lo bueno del frío es la nieve!
Acurrúcate bajo una manta de piel de oveja durante un paseo en trineo, ve a esquiar, o prueba a llevar tú mismo un trineo tirado por perros.
Una de las tradiciones navideñas más famosas aquí es el mercadillo de Navidad que se celebra todos los años. ¡Y es que Røros es uno de los mejores lugares para pasar las navidades en Noruega!
Los adornos navideños, los puestos del mercado y ese ambiente tan típico de estas fiestas: es el escenario perfecto para una celebración llena de nostalgia.
Viaja al pasado en la histórica Røros.