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BODØ

Una pequeña metrópolis en el remoto norte

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¿Qué tiene de especial esta pequeña ciudad del Norte de Noruega?

¿Acaso sus paisajes? ¿Su cultura? ¿Sus gentes?

En realidad, no es ninguna de ellas…
… la respuesta es ¡un poco de todo!

Haz de Bodø tu base de operaciones y pasa una semana llena de diversión en la zona de Salten. Disfruta de deliciosa comida, espectaculares paisajes al aire libre e interesantísimas visitas culturales.

Empieza explorando Bodø, la capital de la provincia de Nordland, que ha crecido de forma considerable en los últimos años. Visita obligada es, sin duda, el centro cultural Kulturkvartalet Stormen.

La biblioteca de Stormen fue nombrada en 2016 una de las diez más bonitas del mundo, según la revista Wired. Y el auditorio del centro acoge conciertos de renombrados artistas internacionales.

Gracias a su vibrante escena cultural, Bodø será la Capital europea de la cultura en 2024.

Descubre nuevos grupos y haz amistades en el club nocturno Dama di

… o en el festival Parken, que se celebra en agosto. ¡Llueva o haga sol, el ambiente es siempre insuperable!

Si te interesa la cultura, no tienes más que dar un paseo por la ciudad para descubrir su fascinante arte urbano.

Hay también muchas tiendas con encanto, como Studio EBEN, que vende bolsos de diseño elaborados con piel de salmón.

Y no te pierdas la pastelería Craig Alibone Pâtisserie, un auténtico paraíso de los dulces y los helados. Hará las delicias de quienes se preguntan cómo es posible mezclar caramelos y champán. O de los que simplemente quieren degustar un sabroso macaron.

Descubre las tradiciones culinarias del Norte de Noruega y prueba fresquísimos pescados y mariscos.

Otros establecimientos que merece la pena visitar son la panadería Brødrene Berbusmel y los restaurantes LystPå y Bjørk. Disfruta de deliciosa carne de caza y del típico bacalao en salazón local (klippfisk).

Y acompáñalo, si es posible, de alguna de las fantásticas cervezas de la zona, como Hundholmen o Bådin.

Termina tu velada con un cóctel en alguna de las preciadas terrazas de la ciudad, con vistas panorámicas del mar y las montañas.

Cuando se visita Bodø, es indispensable hacer una excursión a Bodømarka o a las montañas de los alrededores. La ruta a Keiservarden, indicada para la mayoría de la gente, es una de las favoritas de los lugareños.

Allí, en lo alto, puedes hasta disfrutar de un concierto, gracias al festival de música Nordland Musikkfestuke.

Y en verano no te preocupes por volver a casa: disfruta del aire libre hasta bien entrada la noche.

Todo gracias a la energía especial que irradia el sol de medianoche. En vez de irte a dormir, no dudes en darte un baño, ir a pescar, jugar al golf o subir a la cima de Rønvikfjellet y disfrutar de unas vistas increíbles de la zona.

Tal vez te apetece más ser testigo de primera mano del espectáculo de luces que las auroras boreales representan en el claro cielo de invierno.

Si buscas un subidón de adrenalina, el plan perfecto para ti es una excursión en lancha RIB a la corriente de mareas más fuerte del mundo: Saltstraumen.

También puedes salir a explorar la fauna de la zona acompañado de un guía.

Hay pocos lugares en el mundo donde se pueden ver pigargos más de cerca que aquí.

En Bodø, otra visita muy recomendable es el Museo noruego de la aviación. Cuenta con una excelente colección de aeronaves, tanto civiles como militares, incluyendo el famoso U-2 que puso a Bodø en el mapa durante la Guerra fría.

Prueba a ser piloto por un día gracias al simulador de la Academia de vuelo Newton (Newton Flight Academy), justo al lado del museo.

Bodø ha conseguido la certificación «Destino sostenible». Aunque esto no signifique que el lugar en cuestión sea sostenible, demuestra que se ha comprometido a trabajar de forma sistemática para reducir los efectos negativos del turismo al mismo tiempo que refuerza sus repercusiones positivas.

Si pides consejo a los vecinos sobre qué ver y hacer durante un fin de semana largo en Bodø, la gran mayoría te recomendarán hacer una excursión a Kjerringøy.

Este antiguo enclave comercial es uno de los mejor conservados del país. Y sirvió de inspiración al premio Nobel de literatura Knut Hamsun para crear Sirilund, lugar sobre el que escribió en muchas de sus novelas.

En la época de Hamsun era habitual ver a los llamados barcos jekt (veleros de un solo mástil y carga abierta) recorrer las rutas comerciales a lo largo de la costa, sobre todo las de exportación de pescado. La construcción de estos buques de vela rectangular se remonta a los tiempos de los vikingos.

En el Jekt Trade Museum, situado en Bodøsjøen, se puede admirar el Anna Karoline, una de las pocas embarcaciones de este tipo que se conservan.

Los modernos barcos de hoy en día son totalmente diferentes y funcionan casi como líneas de metro que cruzan el litoral.

Son perfectos para visitar varias islas de la costa de Helgeland en un mismo día o explorar la joya oculta de Steigen y Hamarøy, con o sin bicicleta.

Entre las impresionantes islas que puedes visitar cogiendo uno de estos barcos están Givær, Bliksvær, Landegode, Helligvær y Karlsøyvær, y Fleinvær (en la imagen). Si no puedes pasar la noche (la opción más recomendable), no dudes en disfrutar al menos de una jornada en alguna de ellas.

Una excursión a pie por el glaciar Svartisen, o conducir a través de la preciosa carretera Kystriksveien son también planes fantásticos que hacer aquí.

Prepárate bien para explorar esta fantástica zona echando un vistazo a todo lo que ver y hacer en Salten. O empieza ya a organizar tu viaje.

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