Las increíbles fuerzas de la naturaleza
Cuatro veces al día, un gran volumen de agua penetra con fuerza en el estrecho de Saltstraumen, de apenas 150 metros de ancho, y forma enormes remolinos que se desplazan entre los fiordos. Estamos hablando de 400 millones de metros cúbicos de agua marina moviéndose, en promedio, a 13 kilómetros por hora. Una velocidad que llega a alcanzar marcas muy superiores cuando la corriente irrumpe con todas sus fuerzas. No es de extrañar que gente de todo el mundo venga hasta el norte de Noruega para contemplar este famoso fenómeno de la naturaleza.
El mejor momento para visitarlo es en luna nueva o luna llena, y hasta tres días después, cuando la corriente esté en su punto más fuerte. La diferencia entre marea alta y marea baja puede ser de hasta tres metros, algo que sin duda merece la pena ver.
Se trata de un fenómeno que lleva muchos años cautivando a la humanidad y que hoy en día lo sigue haciendo. En 2016, la cadena noruega NRK retransmitió en vivo imágenes del remolino, minuto a minuto, lo que dejó a todo el país embelesado frente a la pantalla del televisor.
El mejor punto para ver el remolino
Camina hasta el puente de Saltstraumen, que sobrecruza las fuertes corrientes de agua. Hay caminos a ambos lados del puente, lo que hace que sea fácil mirar hacia abajo para ver el flujo del agua. ¿Vienes en invierno? ¡Recuerda abrigarte bien! Puede hacer mucho viento en el puente.
Si quieres ver el remolino bien de cerca, echa un vistazo a uno de los muchos miradores que hay junto a la costa. Algunas zonas también son aptas para personas en silla de ruedas. Podrás sentir (y oír) la fuerza del agua al chocar contra las rocas de la costa. Recuerda mantenerte siempre a una distancia prudencial; estas corrientes pueden ser muy peligrosas.
Ten además en cuenta que el remolino cambia de dirección. Cuando la marea viene del oeste, las mejores vistas son las del lado este del puente; cuando esta comience a retroceder, lo mejor es que te pongas en el lado oeste.
Buceo y esnórquel en Saltstraumen
“Bucear en Saltstraumen no es algo para principiantes, pues sus fuertes corrientes y empinadas paredes hacen del buceo una actividad cuanto menos exigente. No obstante, si cuentas con certificado de buceo y vas acompañado de un guía profesional de la zona, la experiencia puede ser maravillosa”, comenta Borghild Viem.
Borghild lleva desde 2015 siendo instructora de buceo. Junto al instructor Fredric Ihrsen, trabaja en Nord&Ne, un centro de buceo cerca de Saltstraumen.
“Lo más alucinante de Saltstraumen es que cuentas con un margen de tiempo muy pequeño para bucear, justo cuando cambia el sentido de la corriente. En total tienes más o menos una hora antes de que la centrifugadora, como yo la llamo, se ponga en marcha otra vez. Eso sí, tengo que decir que para mí no hay ningún otro sitio como Saltstraumen.”, aclara.
“El ecosistema marino es algo espectacular. Cuando estás buceando, ves la danza de enormes bosques de quelpos, coloridas anémonas que recubren amplias paredes de roca, grandes ejemplares de bacalao y enormes fletanes y caracoles de mar. Si tienes suerte, igual hasta llegas a ver un pez lobo. Esta zona es muy famosa por su panorama submarino”, prosigue.
Borghild y Fredric guían a los submarinistas desde un barco o en tierra firme, alejados de la corriente más fuerte. Bucear en Saltstraumen requiere llevar un traje de neopreno y ropa que abrigue debajo. La fase de la luna, la marea y el momento del día determinan el nivel de dificultad del buceo. Nunca te metas a bucear en esta zona sin experiencia o con un guía profesional.
Una forma menos extrema de explorar este increíble entorno es haciendo esnórquel. Se trata de una actividad apta y segura para casi todo el mundo, siempre y cuando se realice bajo la supervisión de un guía profesional y se sepa nadar. La época principal para hacer esnórquel en Saltstraumen es de mayo a octubre.
Explora el mundo submarino:
Ten en cuenta que el entorno submarino de Saltstraumen es delicado, y se recomienda no pescar en la zona de corrientes. Los buzos profesionales de la zona pasan mucho tiempo sacando anzuelos oxidados y restos de sedal del agua. Si quieres pescar en la zona, aléjate de la corriente y pídele a algún lugareño que te aconseje sobre dónde ir a pescar.
Cómo llegar
Saltstraumen se encuentra al final de uno de los trayectos por carretera más espectaculares de Noruega, Kystriksveien, la Ruta Costera, a 33 kilómetros del centro de Bodø. Para llegar hasta allí, coge un autobús o taxi desde Bodø. Bodø Taxi ofrece circuitos por Saltstraumen a tarifas fijas.
Si eres de los más deportistas, puedes alquilar una bicicleta e incluso hacer un recorrido con guía y pedalear desde el centro de Bodø o el aeropuerto hasta Saltstraumen.
Otra opción muy interesante que te dejará muy cerca del remolino es un tour en lancha semirrígida de Bodø a Saltstraumen. Hay varias agencias que organizan estas excursiones incluso durante el invierno. Si te decantas por esta última opción, estate atento por si aparece algún águila marina. Bodø cuenta con una de las mayores colonias de águilas marinas del mundo, por lo que la probabilidad de toparte con alguna durante el recorrido es bastante alta.
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