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El sol de medianoche

Como si de una puesta de sol prolongada se tratase, este fenómeno natural colorea cielo y tierra de una luz amarillo-rojiza. Bienvenidos a la tierra del sol de medianoche.

Resulta tentador pensar en todas las experiencias y visiones bajo el sol de medianoche que, a lo largo de la historia, habrá experimentado gente que vive frente al mar, en los archipiélagos de Lofoten y Vesterålen, o los pastores de renos Sami en el lejano norte. 

Este fenómeno ha causado una impresión duradera en varios artistas y escritores noruegos. Como escribía Knut Hamsun en su obra Pan en 1894: "La noche se acercaba de nuevo, el sol apenas se había sumergido en el mar y resucitó de nuevo, rojo, refrescado, como si hubiera ido a beber. Me sentía más extraño en esas noches de los que nadie podría llegar a imaginar..."

Si viajas a zonas de Noruega por encima del Círculo polar ártico podrás presenciar este fenómeno en directo: participar en un safari de ballenas, o explorar la desértica superficie continental adquieren una nueva dimensión en las noches de verano cuando, literalmente, ves la naturaleza y la fauna bajo una luz diferente.

Si no temes a las a veces frescas noches de verano, puedes atreverte con un baño a medianoche, o plantar tu tienda en plena naturaleza y seguir levantado hasta que el sol se esconda. Muchas de las atracciones y actividades están abiertas por la noche durante esas semanas, por lo que puedes jugar al golf a medianoche, montar en bicicleta, hacer remo en el río o practicar kayak en el mar. O, tal vez, simplemente encontrar un lugar tranquilo para pescar.

Si viajas a las islas Svalbard, en el Ártico, debes saber que allí el sol no se pone entre abril y finales de agosto. Allí puedes dar un paseo a medianoche por un glaciar, observar el cielo rojizo desde un trineo, y descubrir el clima y la naturaleza únicos de esta zona cercana al Polo Norte.

Realiza más actividades bajo el sol de medianoche.

Dónde ver el sol de medianoche

76 días de sol de medianoche entre mayo y julio reciben a los visitantes del Norte de Noruega. Cuanto más al norte vayas, más noches de sol de medianoche podrás disfrutar. 

Durante los meses de verano puedes experimentar hasta 24 horas de luz diurna si te encuentras por encima del Círculo polar ártico, lo que te proporciona más tiempo para disfrutar de los paisajes y hacer nuevos descubrimientos. Cuando planifiques tu aventura bajo el sol de medianoche, piensa en el Norte de Noruega como un territorio dividido en varias zonas a medida que viajas hacia el norte:

Helgeland

La parte más al sur del Norte de Noruega, situada casi por completo dentro del Círculo polar ártico, es Helgeland. Toda esta zona es una verdadera joya aún por descubrir. Sigue la ruta costera Kystriksveien, considerada uno de los viajes por carretera más bonitos del mundo. A través de ella encontrarás recónditas calas de arena blanca, pequeñas localidades como Brønnøysund o Mosjøen, y espectaculares recorridos de senderismo en cordilleras como la de las Siete Hermanas (De syv søstrene) o la de Okstindan. Trae contigo, en el ferry, una bicicleta o un kayak y podrás desplazarte entre pequeñas islas como Træna, Lovund o Myken sin necesidad de coche.

Bodø y Salten

La ruta costera continúa hacia el interior del Círculo polar ártico, atravesando Salten y hasta llegar a Bodø. Esta última localidad no solo es un importante centro neurálgico para el transporte por la región, sino también un interesante lugar que visitar. Echa un vistazo a sus fascinantes museos, sorpréndete con la potencia de la corriente de mareas de Saltstraumen, la más fuerte del mundo, siéntete en otra época en el punto de comercio marítimo mejor preservado de Noruega, en Kjerringøy, o sal a hacer senderismo por la cordillera de Børvasstindan. Más tarde puedes subir a un barco y explorar las mágicas islas de Salten, como Steigen, Hamarøy, Støtt, Bolga y Rødøy. Otra parada obligada es el glaciar de Svartisen, al sur de Bodø.

Lofoten y Vesterålen

Si sigues tu camino en dirección noroeste, cruzando el mar, llegarás a los archipiélagos de Lofoten y Vesterålen. Estas zonas poseen una impresionante belleza natural, caracterizada por espectaculares picos montañosos que se alzan desde el mar, y llanuras costeras donde a menudo pastan las ovejas. El paisaje aquí está salpicado también de hermosas playas de arena blanca y pintorescas aldeas de pescadores. Descubre la cultura vikinga en el Museo vikingo de Lofotr, parte en un crucero de un día a través del estrechísimo fiordo Trollfjord (donde seguramente verás algún pigargo), y apúntate a un safari de ballenas en Andenes.

Troms

A la animada ciudad de Tromsø, en la provincia de Troms, se la conoce a menudo como la París del norte. Esta localidad dispone de luz las 24 horas del día durante todo un mes. Pero la visión del sol de medianoche puede ser incluso mejor desde las espectaculares islas de Senja, Ringvassøya o Kvaløya. O por qué no viajar a la pequeña Sommarøy, donde los vecinos quieren adoptar una zona sin horas durante el verano, ya que todo el día es de día y no se sigue horario alguno. En realidad, esto es válido para todo el Norte de Noruega. La región alpina de Lyngenfjord, cerca de Tromsø, es un paraíso para el senderismo, la pesca o el ciclismo en plena noche blanca.

Finnmark

Este es el punto más al norte al que puedes acceder en Noruega y, por tanto, la zona más remota del país. Los viajeros en busca del sol de medianoche seguramente se dirigirán al Cabo Norte, lo más al norte que se puede llegar en coche en toda la Europa continental. Pero la provincia de Finnmark, el reino del cangrejo real, es una inmensa área con abundante naturaleza virgen. A lo largo de la costa podrás descubrir glaciares, fiordos y grandes islas como las de Sørøya y Seiland. En el extremo oeste, la zona de Varanger es famosa por su excelente oferta para la observación de aves. En el interior, puedes cruzar la meseta montañosa de Finnmarksvidda, la mayor de Noruega y que habitan muchos más renos que humanos. Es aquí donde nació la cultura sami, que puede apreciarse sobre todo en Karasjok y Kautokeino.

Svalbard

A medio camino entre la Noruega continental y el Polo norte se encuentran las islas Svalbard, el reino de los osos polares. Aquí literalmente podemos hablar de un día sin fin, ya que el sol recorre el cielo en un movimiento circular casi uniforme durante todo el verano. Partiendo de la moderna localidad de Longyearbyen, que ofrece una amplia variedad de actividades culturales, bares y restaurantes, puedes adentrarte en plena naturaleza salvaje (siempre acompañado de un guía armado) y explorar los paisajes árticos de la isla, su rica fauna y sus antiguas localidades mineras.

Consejos para fotografiar el sol de medianoche

Un brillo dorado es lo que la mayoría de gente recuerda sobre sus experiencias con el sol de medianoche. Este brillo tiende a resaltar los colores y a estirar las sombras, lo cual proporciona numerosas posibilidades para hacer fotografías espectaculares y muy expresivas.

Consejo 1: Como los colores son más vívidos por efecto del sol de medianoche, es una buena idea hacer fotos más bien simples, concentrándose en dos o tres colores como máximo para evitar una imagen confusa para el observador.

Consejo 2: Las imágenes de fondo se pueden usar para encuadrar elementos en plano medio y de fondo, creando una mejor sensación de tridimensionalidad.

Consejo 3: Para maximizar el impacto de los cielos brillantes en el paisaje, haz que el horizonte quede un tercio por encima de la parte baja de la foto en el visor. Esto ayudará a que la exposición sea la correcta.

Actividades bajo el sol de medianoche

Muchas de las actividades que ofrece el norte de Noruega es mejor realizarlas a plena luz del día. Por suerte, durante los días de verano el sol nunca se pone.

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