Vengas como peregrino o como turista, las 5.000 esculturas que adornan la catedral te dejarán boquiabierto.
Así que reserva tiempo suficiente para apreciar todos los detalles. Y es que los artesanos que trabajan habitualmente en la restauración de la catedral tienen algunas sorpresas para los más observadores.
Busca, por ejemplo, la cara de Bob Dylan. O un pequeño homenaje a Haakon VII, rey de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial.