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Mitos y verdades sobre la aurora boreal

Las historias sobre las auroras boreales incluyen tanto verdades científicas como mitos acerca de lo que provoca este extraordinario fenómeno natural que se manifiesta como un espectáculo de luces en el cielo.

Para explicar el fenómeno de las auroras boreales debemos acudir a físicos especializados en magneto-hidrodinámica. Pero estos expertos hablan seguramente en un lenguaje difícil de entender para la mayoría de los mortales.

He aquí una explicación algo más sencilla: cuando las explosiones y llamaradas solares alcanzan cierta intensidad, enormes cantidades de partículas son arrojadas por este astro al espacio. Así que también por las auroras boreales hemos de estar agradecidos al sol.

La ciencia detrás de las auroras boreales

¿Qué ocurre exactamente? Cuando las partículas se encuentran con el escudo magnético de la Tierra, son atraídas hacia un óvalo que rodea el Polo Norte magnético donde interactúan con las capas superiores de la atmósfera. La energía que se desprende entonces es lo que vemos como auroras boreales.

Todo esto ocurre a unos 100 kilómetros por encima de nuestras cabezas. La enorme carga energética de las auroras, que contienen infinidad de átomos y moléculas, es la razón por la que llegamos a verlas con tanta claridad.

Aunque puede que no pensemos demasiado en ello, las auroras boreales son un fenómeno tan natural como el clima. Su apariencia e intensidad varían en función de la actividad del sol y su ubicación depende del campo magnético de la Tierra.

Estas luces mágicas aparecen en una franja de forma ovalada situada sobre la Tierra siempre en la misma posición en relación al sol. Normalmente es posible ver las auroras, por la noche, desde la parte continental del Norte de Noruega, y durante el día desde el archipiélago de Svalbard. Cuando la actividad del sol aumenta, las auroras pueden verse también desde zonas más al sur de Noruega.

¿Cómo se forman las auroras?

Si quieres saber más sobre como se originan las auroras boreales, el siguiente vídeo te ofrece fascinantes detalles sobre este fenómeno natural.

La aurora boreal no es en absoluto un fenómeno nuevo. Algunos cuentos antiguos transmitidos oralmente ya hacían referencia al espectáculo de las auroras boreales, igual que muchas leyendas. Símbolos vinculados a la aurora boreal pueden verse, por ejemplo, en el tambor chamanista de los Sami. Precisamente en esta cultura, la Sami, el fenómeno tiene distintas denominaciones, entre ellas Guovssahas, que significa "la luz que puede ser oída". Es decir, poesía en movimiento.

Durante el periodo vikingo, se creía que las auroras boreales eran la armadura de las valquirias, o vírgenes guerreras, que arrojaba una extraña luz parpadeante. Hoy en día, los locales suelen referirse a las auroras, con todo respeto, como "la dama verde". Para saber por qué, simplemente echa un vistazo a fotos y vídeos compartidos en redes sociales. Eso sí, en la vida real tendrás la oportunidad de observar muchos más matices.

¿Cuándo y dónde? No hay una respuesta exacta...

El norte de Noruega ofrece sin duda las mejores y más constantes oportunidades de ver auroras boreales, ya que esta parte del país se encuentra justo debajo del óvalo aural. Cualquier lugar en este punto es ideal: puedes observar las mismas auroras boreales en Lofoten que en Tromsø, 500 kilómetros más al norte, solo que desde un ángulo diferente.

No obstante, las auroras boreales a veces aparecen en otras zonas del país, como Trøndelag y partes del sur de Noruega, sobre todo durante los periodos de mayor actividad solar.

No hay que olvidar que la aurora puede ser un poco como una diva, que sólo comienza su espectáculo cuando cree que es el momento adecuado. La paciencia es una virtud, también cuando se persigue a la aurora boreal. Para aumentar tus posibilidades de cazar alguna aurora, ten en cuenta que aparecen con mayor frecuencia a finales de otoño, en invierno y a principios de primavera (de septiembre hasta finales de marzo), y entre las seis de la tarde y la una de la mañana.

Sin embargo, la aurora se muestra en su esplendor cuando el tiempo es frío y seco, generalmente a partir de diciembre. Algunos dicen que el clima más seco, que permite que los cielos estén más despejados, se encuentra generalmente en el interior, lejos de la costa. Pero esto no siempre es así.

Si se producen fuertes vientos del este la costa puede tener cielos más despejados que las zonas del interior. Y para sacar el máximo partido a tu experiencia, trata de evitar las noches de luna llena, ya que cuando esta es muy brillante puede hacer que la aurora se vea menos nítida.

¡Luces, cámara, acción!

Cuando el deslumbrante espectáculo de luces pinta el firmamento, sin duda alguna desearas inmortalizar este momento en una película. El fotógrafo Christian Hoiberg cuenta con una vasta experiencia capturando la fugaz belleza de las auroras en imágenes.

Ropa de invierno para venir al Norte de Noruega 

Muchos viajeros aseguran que pasan mucho menos frío en el Norte de Noruega del que esperaban. Las chimeneas que calientan cabañas y lavvos hacen que la temperatura en su interior sea de hasta 25º C. Aun así, si quieres disfrutar de actividades al aire libre sin congelarte -o sin sudar- has de venir bien preparado.

No hay nada como la lana
Los noruegos son adictos a la ropa de lana. Les encantan los vestidos hechos de lana de oveja por su ingeniosa forma de regular la temperatura. Una fina capa de lana en una camisa y unos pantalones están bien para empezar. También puedes llevar ropa más técnica hecha de fibra sintética que transpira el sudor. Evita el algodón, ya que tiende a enfriarse y no es cómodo cuando sudas. 

Capa sobre capa
Si te vistes por capas, es fácil quitarte o ponerte ropa si tienes demasiado frío o demasiado calor. Ponte una capa de vellón o lana por encima de la capa principal. ¿Sigues teniendo frío? Ponte encima una sudadera gruesa (si es de lana, mejor aún), una bufanda y calcetines de lana. La capa exterior debería ser aislante contra el viento e impermeable: pantalones forrados, una chaqueta de abrigo térmica, un gorro que cubra las orejas, guantes y unos buenos zapatos invernales. Evita los zapatos apretados, ya que te pueden hacer sentir frío en los dedos de los pies. 

Sobre una capa fina de hielo
El clima de la costa suele ser relativamente suave, pero la lluvia se puede congelar y hacer que las carreteras y caminos sean muy resbaladizos. Tu calzado debería tener suelas de goma, ya que ésta patina menos que el plástico. En los ascensos más empinados has de usar crampones, que puedes comprar en la mayoría de tiendas de deporte. 

Durante las actividades
Para actividades en las que te moverás deprisa, como las motos de nieve, necesitas incluso más ropa. En las excursiones organizadas de moto de nieve se te proporcionará un traje térmico y un calzado adecuado, además de guantes y casco.

Consejos de los locales
En el Norte de Noruega siempre nos quitamos varias capas de ropa cuando estamos bajo techo para evitar enfriarnos cuando volvamos a salir. También es bueno saber que en los hogares noruegos se espera que los huéspedes se quiten los zapatos al entrar. Andar por casa con los zapatos que usas fuera se considera de mala educación. 

Fuente: NordNorsk Reiseliv

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