LOS FIORDOS
Al menos una vez en la vida…
… tienes que ver esto.
Cascadas impresionantes. Cabras pastando. Lugares donde el tiempo transcurre a su propio ritmo.
Nuestros inmensos glaciares dieron forma a estos valles submarinos, donde los brazos salados del mar abrazan a los pies de nuestras majestuosas montañas.
La palabra “fiordo” proviene del noruego fjorðr, que significa “pasar”, “atravesar” o “cruzar”.
Tiene el mismo origen que el verbo å fare; “viajar”.
Algo que a los muchos vikingos que en su día vivieron en esta zona se les daba especialmente bien.
… ahora ya sabes de dónde viene la voz inglesa farewell.
En la actualidad, los vikingos modernos cruzan los fiordos de muchas formas diferentes.
¡Yupiiiii!
¡Qué bonito!
Disfruta de un paseo en crucero eléctrico supersilencioso por uno de nuestros fiordos patrimonio de la Unesco.
Noruega tiene miles de fiordos, de los cuales los más famosos se encuentran en la Noruega de los fiordos, en la parte oeste del país.
La Noruega de los fiordos es además un paraíso para los apasionados del senderismo (pero no te preocupes, vale hacer trampas y subir hasta lo alto de las montañas en funicular).
Quédate unos días y disfruta de la increíble paz y tranquilidad que se respira en los pueblitos que hay junto a los fiordos.
También encontrarás paisajes con fiordos espectaculares en el norte de Noruega, como el famoso fiordo del Trol (ver foto).
Un crucero por la ruta de costa a bordo de uno de los barcos de Hurtigruten o Havila te permitirá ver los fiordos más conocidos en un solo viaje.
Noruega cuenta además con algunos fiordos urbanos, como el fiordo de Oslo, lleno de historia de la Segunda Guerra Mundial…
… y otros muchos llenos de sabor, como el famoso paraíso de la sidra y las manzanas: el fiordo de Hardanger.
Si quieres tener los fiordos para ti solo, evita venir en verano, la temporada alta. Los fiordos ofrecen una experiencia mágica en todas las estaciones.