Los boller noruegos: panecillos sumamente adictivos
Para cuando estás de viaje, o para celebrar un cumpleaños, o después de un largo día de trabajo...
¡Los bolle nunca fallan!
Y es que estos bollitos suaves son una maravilla típica de Noruega.
¿Notas el toque de cardamomo?
Con más mantequilla, azúcar y una buena cantidad de canela…
…¡voilá! Obtenemos los famosos kanelbolle (en forma de espiral) y kanelsnurr (de lazo).
Hoy se sirven bollos con pasas chocolate, caramelo, pistacho, queso marrón…
… o un festín de frutos rojos.
En verano hay mucho que celebrar.
Y los bollos sirven también para festejar el regreso del sol tras el período invernal en el Norte de Noruega. Allí cuentan incluso con un tipo específico llamado solboller (es decir, bollos con forma de sol).
En el mes de diciembre, a la masas de los boller se le añade un ingrediente especial: ¡azafrán!
A estos bollos de azafrán en forma de S se los conoce como Lussekatter y suelen tomarse el día de Santa Lucía, el 13 de diciembre.
Están tan ricos que es difícil conformarse con uno. Aunque... ¿quién ha dicho que solo puedas tomar uno?
Otro de los más populares es el skolebrød: grandes bollos rellenos de untuosa crema de vainilla y decorados con glaseado y coco rallado.
La bollería incluso se convierte en una declaración de estilo. La joven Nicoline Lysholm bautizó como skillings a sus bollos de canela con glaseado de color rosa. Su éxito fue arrollador nada más publicarlos en Instagram en la primavera de 2020.
En unos días, la gente hacía cola para conseguir uno de esos bollos recién hechos.