La luz lo es todo.
Un sinfín de tonos azules...
naranjas...
y verdes.
El invierno es la época de las auroras boreales y es posible ver estas luces impresionantes de septiembre a marzo.
El clima tan cambiante y las magníficas condiciones de luz llevan décadas atrayendo a artistas y aficionados a las actividades al aire libre a esta zona.
El invierno es un buen momento para disfrutar de la tranquilidad de los numerosos pueblos pesqueros idílicos, como el de Nusfjord (en la imagen).
La paz que encontrarás aquí no la encontrarás en otro sitio.
¡El invierno también es una época para pasarlo en grande!
En Henningsvær, los pescadores locales se codean con hípsters, familias y amantes del arte. Aquí podrás empaparte del ambiente navideño incluso antes de las fiestas durante el famoso Førjulseventyret, que tiene lugar en noviembre y diciembre.
Visita cafeterías y hoteles acogedores, entre ellosTrevarefabrikken y…
los artesanos de Engelskmannsbrygga, una de las muchas tiendas y galerías de arte peculiares de la isla.
Viaja también a Svolvær, la pequeña, pero siempre animada, «capital» de las Lofoten. Es un buen punto de partida para las experiencias invernales, como excursiones en barco al Trollfjord oel fiordo del trol.
El invierno también es la mejor estación para los amantes de la gastronomía.
Todos los años, entre febrero y marzo, el bacalao migratorio del Atlántico, llamado skrei, llega a las Lofoten para desovar.
Este pez desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la nación que ahora conocemos como Noruega y dio origen a muchas pequeñas ciudades en esta zona remota.
Si el tiempo lo permite, puedes apuntarte a una excursión de pesca y probar suerte (los locales incluso tienen un secretito picante para ello).
Se organizan excursiones diarias desde Svolvær y otros lugares con solicitud previa.
La mayor parte del skrei se cuelga en estructuras de madera y el viento salino lo convierte en bacalao seco.
Degústalo a la plancha, al horno, cocido, a modo de tentempié o incluso en pizza.
El marisco fresco no es el único capricho que puedes darte tras un día entero al aire libre.
También tienes que probar el famoso cordero de las Lofoten, las exquisiteces con mora de los pantanos y algunos de los maravillosos quesos de la zona.
¡Menudo espectáculo!
Conoce a los primeros artesanos que se asentaron en las Lofoten.
Viaja en el tiempo en el museo vikingo Lofotr de Borg, uno de los varios museos que permanecen abiertos durante todo el invierno.
Hay muchas otras actividades de invierno disponibles.
Aumenta las posibilidades de ver auroras boreales con un guía local. ¡Incluso puedes hacerlo a caballo en Hov Hestegård!
¿O prefieres dar un paseo en un trineo tirado por perros por paisajes de otro mundo?
En invierno, las Lofoten se convierten en un paraíso nevado.
Es un lugar muy popular para practicar esquí de fondo (ve siempre con un guía local), surf durante todo el año o simplemente pasear por un paisaje de ensueño.
El invierno también tiene un lado frío y tormentoso.
Así que, ¿qué mejor que refugiarse en el calor de una sauna o spa? Qué gustito…
Y al final del día, duerme plácidamente en un rorbu, una antigua cabaña de pescadores junto al mar.
Es igual de mágico en un día de tormenta que en uno soleado y tranquilo.
Y tras un largo invierno, ¡llega la primavera!
De repente, las noches son blancas y eternas. La primavera también es una época muy tranquila y bonita para venir.
¿A qué esperas?