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La Juhls Silver Gallery
en Finnmark

Un sitio realmente mágico

Enclavada entre los árboles de las afueras del centro de Kautokeino y con vistas al río Alta, encontrarás un lugar muy especial y peculiar llamado Juhls Silver Gallery.

Este es el trabajo de mi vida y tengo que terminarlo antes de que se me acabe el tiempo.

Regine Juhls

Fundadora, Juhls Silver Gallery

Cada rincón de esta tienda y galería cuenta una historia. Regine y su marido Frank la han construido desde cero en los últimos 60 años.

La Juhls Silver Gallery es mucho más que una tienda: es una galería, un museo y la historia de una vida que merece su propio programa de televisión. Recorre las impresionantes salas temáticas y déjate sorprender por los extraordinarios diseños de joyas, arte, arquitectura única y objetos de diseño.

De Viena a Kautokeino

«Estudiaba teatro en una escuela de Viena hasta que descubrí que quería tomar otro camino en la vida», comenta Regine.

Tenía una gran afinidad por la cultura y los clásicos del teatro antiguo, pero también se sentía muy atraída por la naturaleza. Regine se preguntaba:

«¿Qué es más importante para mí, la cultura o la naturaleza? ¿Hay algún lugar donde pueda encontrar ambas?».

Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de pasar una temporada con una familia nómada sami, todo un cambio comparado con su vida en Viena. De camino a Kautokeino pasó un tiempo en Tromsø para estudiar la cultura sami y estar un poco preparada.

«Esperaba encontrar una familia sami en Kautokeino que me aceptara como trabajadora del hogar», afirma Regine.

La determinación de Regine dio sus frutos y se unió a una familia nómada sami, en la que cuidaba de los niños y cortaba leña.

Fue entonces cuando se fijó en un joven de la zona. Frank Juhls, oriundo de Dinamarca, había construido su propia cabaña junto al río. La invitó a tomar café un par de veces, antes de que ella accediera a visitarlo.

«Su modesta cabaña me reveló un mundo de cosas tan bonitas que me dejó sin habla», recuerda Regine.

Le sorprendió gratamente ver una mezcla ecléctica de cerámica danesa, cortinas cosidas a mano, cuadros y herramientas de caza, y tenían tanto de lo que hablar que no callaron en ningún momento. Y así fue como conoció al hombre que se convertiría en su marido.

¿Por qué joyas de plata?

Ni Regine ni Frank eran plateros, pero sus habilidades artísticas llamaron la atención de los samis, así que les preguntaban si podían arreglar sus objetos de plata.

El pueblo sami adquirió la plata a través del comercio con los países del Ártico. Existe la creencia de que la plata, y otros tipos de metales, protegen a las personas del mal y traen suerte. Por desgracia, su estilo de vida nómada no era compatible con la orfebrería.

En esa época, la cabaña de Frank sufrió un incendio devastador.

«No sabíamos si era mejor ser sensatos y mudarnos al sur o quedarnos en Kautokeino y rehacer nuestra vida», comenta Regine.

Acabaron quedándose y trabajando para convertirse en plateros. Al principio reparaban objetos que ya poseían los samis, antes de diseñar piezas en colaboración con ellos.

La pareja también reconstruyó su cabaña, que a día de hoy es la primera sala y la más antigua de la Juhls Silver Gallery.

«Desde entonces, hemos dedicado esta sala a los samis», explica Regine.

Esta sala puede enseñar mucho sobre la historia nómada, gracias a la impresionante colección de objetos que los samis adquirieron a través del comercio. Aquellos expuestos han pasado de generación en generación y se obtuvieron en Suecia, Finlandia, Rusia y Noruega. Aunque las piezas proceden de distintos lugares, a menudo se pueden apreciar similitudes.

La belleza de la tundra

A principios de los años 60, Regine empezó a crear sus propios diseños de joyas abstractas inspiradas en la naturaleza ártica, piezas que hoy se consideran clásicos modernos.

«Me parece conmovedor que el liquen de los renos consiga mantenerse verde y sobrevivir bajo gruesas capas de nieve», expone Regine.

Su colección Tundra es un icono del diseño nórdico y sus obras atemporales representan la naturaleza de la famosa meseta de Finnmark. Las joyas reflejan un anhelo por el breve y valioso tiempo en que todo florece, ya que el invierno dura muchos meses en esta parte del mundo.

En el fondo, Regine siempre ha sido una artista y, en los últimos años, esta pasión la ha llevado a interesarse en algo distinto a la plata.

Empezó con un fósil que encontró de niña y que luego pegó a una pared de la tienda en 1993.

Desde entonces, su espectacular mosaico se ha ido llenando de historias que cuidan hasta el más mínimo detalle.

«Me intrigan la historia, la filosofía y el universo», afirma Regine.

Parte del mosaico recorre la historia de la humanidad en el mundo occidental a través de diferentes temas, como los mitos y el matriarcado.

También verás mucha inspiración espacial y planetaria, y hay algunas partes del diseño de las que Regine no quiere hablar.

«Los tres elementos principales de la pared son pizarras de Alta, hierro oxidado desechado en zanjas y vidrio fundido de una forma específica para crear cuadrados gruesos».

«A veces me encuentro con algo al azar y siento que también tiene que formar parte de la pared», añade Regine.

A sus 80 años, Regine sigue trabajando en esta obra de arte más de 30 años después de empezar. Dedica sus días a terminar la obra de su vida y mantiene siempre cerca el mosaico inacabado de su difunto marido para cultivar su motivación.

«Estoy decidida a terminarlo, aunque me lleve mucho tiempo y a veces sea aburrido, sobre todo cuando estoy pegando trocitos de cristal y piedra a la pared, pero hay que hacerlo», comenta Regine con convicción.

Arquitectura inspirada en la nieve

La Juhls Silver Gallery empezó como una modesta cabaña a finales de los años cincuenta a la que cada década se añadía una nueva sala hasta los años noventa.

Regine y su difunto marido Frank son las mentes detrás del diseño interior y la decoración. Al principio construyeron casi todo ellos mismos, por lo que su característico estilo se refleja en la arquitectura.

«Construir cada habitación llevó una década. Los primeros años fueron especialmente largos, cuando ni siquiera había carreteras en Kautokeino y la ayuda era escasa», explica Regine.

A pesar de todo, su creatividad floreció y sus ideas cobraron vida a lo largo de años de trabajo manual y tenacidad. Su amor por la naturaleza les sirvió de inspiración.

«Los techos y los tejados curvos se inspiran en las formas de los ventisqueros o montones de nieve. Fue una idea preciosa que nos regaló la naturaleza», expone Regine.

Gran parte de su arte y arquitectura experimenta con formas geométricas, como los triángulos, los cuadrados y los óvalos.

El edificio entero es la obra de toda una vida en común en pareja y sus coloridas personalidades emanan de cada pequeño detalle.

Fascinación por los nómadas

Los samis no eran los únicos que fascinaban a Regine y Frank.

«Sentíamos una gran curiosidad por los estilos de vida nómadas y queríamos ver cómo eran al otro lado del mundo», manifiesta Regine.

Después de haberlo vivido en las duras condiciones invernales, quisieron ver cómo sería en un clima tan distinto como el del desierto. El resultado fueron dos viajes a Afganistán en los años 70.

En su segundo viaje, en 1978, la situación política de Afganistán dio un giro inesperado cuando el entonces presidente, Mohammad Daud Khan, fue abatido durante un golpe comunista. Esto resultó en un periodo de agitación, en el que las tropas soviéticas invadieron el país y los rebeldes afganos, conocidos como los muyahidines, contraatacaron.

La Unión Soviética ocupó Afganistán durante diez años.

La conexión que forjaron con los locales y el país les impulsó a ayudar en todo lo que pudieran. En la Juhls Silver Gallery se creó una sala afgana para dar a conocer lo que estaba ocurriendo en el país.

«Vendíamos alfombras afganas para ganar dinero para la gente necesitada y también volvimos a la frontera entre Afganistán y Pakistán para ayudar en persona a los refugiados», recuerda Regine.

Cuando cayó el telón de acero, retiraron una de las paredes de la sala y construyeron un camino que llevaba de nuevo a la tienda, que representaba la vuelta a casa para los refugiados.

Sin embargo, para consternación de Regine y Frank, los talibanes llegaron al poder.

La sala afgana conduce ahora a otra llena de productos de países en desarrollo.

«Queremos apoyar a las personas que crean objetos preciosos, pero que no reciben la atención que merecen», comenta Regine.

También hay algunos productos noruegos para marcar el final de los viajes exóticos. Así, cuando subas las escaleras, será como si volvieras a casa.

Bueno, ¿a qué estás esperando?

La Juhls Silver Gallery abre todos los días excepto festivos y de vez en cuando organizan eventos como conciertos de música clásica. 

La entrada a esta magnífica combinación de museo y tienda es totalmente gratuita. Si tienes suerte, podrás ver a Regine trabajando en su mosaico. Además, no solo encontrarás arte en el recinto, ya que, tras una gran cristalera, hay una sala separada solo para gallinas y ovejas.

También han optado por exhibir preciosos productos de diseño noruego y escandinavo de marcas como Nordahl Konings, Blåst y Rauma.

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