La primavera en Noruega
¡Ha llegado la primavera!
De marzo a mayo, los días se hacen más largos y las temperaturas suben en toda Noruega. La nieve comienza a derretirse y formar cascadas por todas partes. Los árboles florecen, y la gente se pone de muy buen humor, lo que hace de la primavera noruega algo muy especial.
La primavera noruega es probablemente la estación más difícil de definir. Algunos años se adelanta; otros, llega tarde. Unas veces hace calor y, otras, hace frío incluso durante los meses de verano. A pesar de que mucha gente considera que el comienzo de la primavera se da el 20 de marzo, en algunas partes del país puede llegar a finales de febrero.
Mucha gente se va a las montañas durante Semana Santa para disfrutar de la nieve antes de que se derrita. Esquiar en primavera bajo el sol, en manga corta, es de lo mejorcito. No te olvides de echarte crema.
En cualquier caso, para mayo ya habrán florecido todas las plantas, y los noruegos también. La naturaleza trabaja a pleno rendimiento: los árboles y flores comienzan a despertar, y la nieve de las montañas se derrite formando cascadas, ríos y lagos. Los árboles frutales a orillas del fiordo de Hardanger forman un paisaje inolvidable.
Hay un refrán para describir que el corazón te lata con mayor intensidad en esta época del año: ¡La primavera la sangre altera! Uno de los mejores lugares del mundo para disfrutar de esta sensación son los fiordos noruegos.
Es una estación para celebrar
Debido a los muchos festivos que hay en mayo, como el Día Nacional de Noruega, que se celebra el 17 de mayo y es el más animado, a los noruegos nos gusta mucho esta época.
En resumen, la primavera es como una amante caprichosa. Si bien es posible que de pronto nieve en abril, de seguro en esta época también habrá algún que otro día lo suficientemente cálido para salir a disfrutar de una utepils (una cerveza bien fresquita que se toma al aire libre durante un día soleado). La primavera es la época perfecta para hacer una escapada a la ciudad para disfrutar de un montón de actividades tanto en interiores como al aire libre. ¡Recuerda traer buen calzado!
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Qué ponerse en primavera
No te fijes en el cielo para decidir qué ponerte en los meses de marzo, abril y mayo. Para cuando te hayas puesto la chaqueta y atado los cordones, es probable que el tiempo haya cambiado a peor. O a mejor…
El clima puede cambiar muy rápido en Noruega, sobre todo en las montañas, así que ponte un buen calzado y llévate ropa de abrigo, independientemente del tiempo que haga cuando salgas de casa. El clima de primavera es particularmente impredecible, así que por si acaso ponte varias capas y ve preparado para un día caluroso, con lluvia, o incluso con nieve. Como decimos en Noruega, la lana parte la pana.
Si vas a salir a visitar la ciudad, no está de más que te lleves un paraguas. Sin embargo, si vas a explorar la naturaleza, lo mejor es que te eches un chubasquero o cortavientos. En cualquier caso, échate unas gafas de sol y no te olvides de ponerte crema si vas a pasar tiempo bajo el sol, sobre todo en las montañas en las que aún hay nieve. La nieve, al ser blanca, refleja la luz del sol, por lo que puede provocar quemaduras.
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Comida y bebida de temporada
La primavera es la época en la que nos gusta disfrutar de platos de cordero, que solemos comer en Semana Santa. Nuestras primeras patatas, espárragos y ajos del año son todo un manjar que dejará temblando incluso a los más apasionados de la gastronomía. Lo mismo ocurre con muchos tipos de pescado, entre los que se incluyen el arenque y el famoso bacalao atlántico de Lofoten y la zona de Vesterålen: el skrei.
Cuando se acerca el verano, se empiezan a servir las ensaladas de ruibarbo. Esta es también la época para (literalmente) disfrutar de la cosecha del otoño bebiendo sidra y zumo de manzana al aire libre.
La primavera la sangre altera
¿Sabes esa época del año en la que por fin vuelves a sentir el calor del sol en la cara?
Los sonidos, los olores y los colores de la primavera hacen que nuestro cerebro produzca serotonina, la cual nos hace sentir un tipo de felicidad. De ahí que digamos “la primavera la sangre altera”, y es muy fácil sentir esta felicidad cuando se está frente a los majestuosos paisajes de la Noruega de los fiordos.
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